Siguiendo los principios de innovación educativa y defensa y reconocimiento de la labor docente, la Federación de Enseñanza de CCOO de Cantabria ha defendido en una mesa técnica la necesidad de que la organización temporal deje de depender de criterios religiosos para que, por fin, sean directrices de corte europeísta las que determinen los tiempos de actividad lectiva.
En Cantabria nuestra reivindicación, la distribución bimestral del calendario, que consiste en periodos lectivos continuados de más o menos siete semanas con una de descanso, dividiendo el curso en cinco períodos, ha sido valorada tanto por la administración educativa socialista, como por el resto de sindicatos de la junta de personal.
Esta apuesta valiente de la Consejería, por iniciativa de FE CCOO, está generando controversia a nivel social. Como sociedad conservadora que somos, los cambios causan incertidumbre y, por tanto, a priori, suelen ser rechazados. Sin embargo, el progreso está intrínsecamente vinculado a la educación y a su vez esta tiene que ser el motor de cambio y transformación social. Quizás comenzando por el calendario escolar europeo consigamos el tan ansiado calendario laboral europeo, el cual sí permite una efectiva conciliación de la vida familiar y laboral.
Educación no formal
Las ventajas de esta distribución para el alumnado, las familias y la labor docente en el diseño y aplicación de la programación son conocidas. Para los alumnos, la organización del tiempo influye de forma significativa en su aprendizaje. Los niños y las niñas de 2 a 11 años necesitan momentos de cambio y ruptura que les permitan descansar, recuperar la atención y dedicar tiempo a otro tipo de actividades lúdicas que les dé la alternativa de seguir desarrollando sus capacidades y personalidad. Los espacios de ocio son ámbitos privilegiados para educar en la afectividad, interacción social, aficiones, respeto y solidaridad. También es una ventaja a nivel familiar conocer con certeza y antelación cuáles son las semanas de corte para que puedan planificar la atención de sus hijos y lo hagan con ayuda de la administración local. Durante esas semanas, ayuntamientos y mancomunidades pueden ofertar en los centros educativos actividades de educación no formal.
Para los alumnos, la organización del tiempo influye de forma significativa en su aprendizaje
Trabajo por proyectos integrados
En cuanto a la programación, tendría un mayor equilibrio en cuanto a la distribución de contenidos y facilitaría el trabajo por proyectos integrados. Con la actual distribución de corte religioso, la planificación se ve mermada especialmente en el segundo o tercer trimestre, dependiendo de la Semana Santa, y en los contenidos de algunas asignaturas en detrimento de otras en función de cómo caigan los diferentes puentes que marca la práctica religiosa.
Este calendario no modifica la carga horaria lectiva y complementaria. En España, la carga diaria es de 300 minutos, 175 días al año y una carga horaria anual de 814 horas, es decir, nos situamos por encima de Alemania (712 horas) y Finlandia (656 horas) y muy cerca de Francia (846 horas).
Tampoco se modifican los horarios de dedicación laboral del profesorado, que trabaja en el centro unas 1.200 horas al año, sin contar las que dedica a formación continua fuera del horario, que están debidamente registradas en el expediente de cada trabajador. Es un dato contrastable. El profesorado español ocupa el cuarto lugar en el mundo, por detrás de Suiza, EEUU y Países Bajos, en lo que a dedicación laboral se refiere. ·