Apostar por un cambio de rumbo

TRAS LA INVESTIDURA DE MARIANO RAJOY como presidente del Gobierno y la ratificación de Íñigo Méndez de Vigo en el Ministerio de Educación, tenemos dos cosas claras: que nos enfrentamos a una nueva legislatura del PP que -aunque en minoría- tratará de sacar adelante su agenda, y que la aritmética parlamentaria permite un amplio campo de juego en el que nuestras propuestas podrían abrirse camino.

Nuestro trabajo se va a desenvolver entre esos dos polos. CCOO tiene que contribuir decisivamente con su actuación a estrechar el margen de maniobra del Gobierno del PP y a hacer avanzar nuestras propuestas en el sector, en la sociedad y también en el Parlamento. 

Es verdad que Rajoy marcó el terreno en el debate de investidura al señalar que “no va a demoler lo hecho”, pero no es menos cierto que se vio obligado a hacer un primer gesto, claramente insuficiente, con las reválidas ante una Cámara cuya mayoría rechazaba por distintas razones estos exámenes. Sucedía después  de una movilización de la comunidad educativa, en la que CCOO ha tenido un papel destacado, que ha puesto de manifiesto el amplio rechazo social no sólo a las reválidas, sino también a la política educativa del PP y a los recortes en educación. Pero el gesto también indica con claridad que van a beligerar por su posición, porque Rajoy buscó una fórmula alambicada que venía a dejar las cosas poco más o menos como están. Su compromiso de dejar sin valor académico las reválidas durante el tiempo en el que se negocie un pacto educativo -que él cifró en seis meses- ya está recogido en la norma, donde se establece que las reválidas no tendrán valor académico este curso. Entretanto las mantiene como prueba para garantizar el acceso a la universidad, sin retirarlas, que era la demanda de la comunidad educativa, y se pone en riesgo el distrito único universitario.

Por tanto, considerar que el Gobierno del PP está en una situación de extrema debilidad que le llevará a plegarse ante las iniciativas de la oposición, sería una simpleza que nos llevaría a cometer el error de pensar que esta legislatura se va a dirimir en el Parlamento y que, por lo tanto, bastaría que acudiéramos, armados de nuestras propuestas, a visitar a los grupos parlamentarios de la oposición para que estos las vehiculen. Lejos de este planteamiento, el PP jugará duro a la hora de defender las leyes aprobadas en el periodo anterior y un escenario presupuestario compatible con la muy exigente senda de reducción del déficit público acordada con Bruselas, lo que nos coloca ante unos presupuestos del Estado para 2017 con una reducción de la inversión educativa del 4% del PIB en 2016 al 3,9% en 2017, lo que puede redundar en un nuevo recorte que se aproximaría a los 1.000 millones de euros.

“Vamos a trabajar para reforzar el derecho a la educación erosionado por las contrarreformas educativas y los recortes”

Todo ello exige que sigamos trabajando combinando la propuesta con la movilización. La Confederación Sindical de CCOO ha entregado -junto con UGT- a los partidos políticos una batería de propuestas para la recuperación de la economía, de la cantidad y calidad del empleo, y de los derechos sociales que, de no verse recogidas en los PGE de 2017, nos llevaría a la convocatoria de movilizaciones. Así hemos hecho las cosas y así debemos seguir haciéndolas en el nuevo escenario político. Tenemos propuestas para abordar la negociación de un nuevo marco normativo en educación, superador de la LOMCE y de los decretos de universidad que deben ser derogados. Las hemos presentado públicamente. Están en nuestro Libro Verde por la Educación, en nuestro documento Propuestas de CCOO para el Cambio Educativo, en las propuestas que llevamos a las Jornadas de Atención a la Diversidad…

Vamos a comparecer en el debate con nuestras propuestas. Vamos a ponerlas a disposición de los centros educativos y de los grupos políticos. Vamos a plantear cuál es el perímetro de la negociación de un hipotético pacto educativo y cuáles sus líneas rojas. Y vamos a poner en valor nuestras propuestas desde una política de alianzas que refuerce las posiciones progresistas en la negociación e impida que la derecha utilice la estrategia del pacto educativo para blindar los aspectos sustantivos de la LOMCE, de las reformas universitarias y de los recortes. Como hemos dicho, lo haremos desde la propuesta y desde la denuncia, desde la negociación y desde la movilización… Y también desde el ámbito institucional, aprovechando la nueva correlación de fuerzas que se da en el marco parlamentario que puede facilitar el avance de las posiciones que defendemos.

Vamos a trabajar para reforzar el derecho a la educación erosionado por las contrarreformas educativas y los recortes, para reforzar la escuela pública, que ha sufrido el grueso de estos recortes, para mejorar la equidad y la igualdad de oportunidades; por un sistema educativo que garantice la inclusividad, por recuperar las condiciones laborales y retributivas de los trabajadores y las trabajadoras de la educación y la cantidad y calidad del empleo… Vamos a trabajar por un cambio de rumbo en las políticas educativas.

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Francisco García

Secretario general FECCOO