Al analizar las diferentes comunidades comprobamos que aquellas que tienen menor PIB per cápita son las que han sufrido descensos mayores en los importes percibidos por los becarios, encontrándose en el primer puesto del pódium de la desigualdad Extremadura (PIB per cápita 2018, 70,3%) donde, con el sistema actual de requisitos académicos y reparto variable por excelencia académica, ha disminuido el número de becarios un 10,86% y el importe individual recibido, en un 32,13%. En puestos próximos de disminución del importe se sitúan Castilla-La Mancha (29,35%), Castilla y León (28,09%) o Galicia (26,41%). También destaca la reducción sufrida en la UNED (33,44% de becarios y 34,87% de importe).
Gráfico 1. Comparación de número de becarios e importe medio de la beca entre los cursos académicos 2011-2012 y 2017-18. Gráfico de elaboración propia. Fuente: Estadísticas Universitarias del Ministerio de Educación.
Si desagregamos los datos sobre la evolución del número de becarios en la universidad, se aprecia que se ha incrementado el número, aunque con un ritmo mayor, en la universidad privada que en la pública (Gráfico 2). El aumento total ha sido del 11,01% en la pública y del 21,67% en la privada, con un reparto muy desigual, destacando el elevado porcentaje de crecimiento de las universidades privadas Internacional Valenciana, IE, Francisco de Vitoria, Antonio Nebrija y Oberta de Catalunya.
Gráfico 2. Evolución del número de becarios en universidades públicas y privadas entre los cursos académicos 2011-12 y 2017-18. Gráfico de elaboración propia. Fuente: Estadísticas Universitarias del Ministerio de Educación.
La interpretación de la evolución del sistema de Becas Generales del Ministerio tras su modificación en el curso 2012-2013 es muy negativa desde varios puntos de vista:
- Ha pasado de ser un sistema objetivo, con cantidades fijas por conceptos que conocía el solicitante de la beca de antemano, a ser un sistema variable, arbitrario, que depende del presupuesto consignado para este capítulo en los Presupuestos Generales del Estado de ese año y del número de receptores.
- No ha respondido a los criterios de eficiencia perseguidos y beneficia la proliferación de las desigualdades educativas, alejando a los colectivos más vulnerables del acceso a la universidad. El sistema implantado en su totalidad en el curso académico 2013-2014 ha eliminado las becas salario concebidas para los estudiantes con los umbrales de renta de la unidad familiar más bajos y con requisitos académicos menores, para impulsar la equidad en el acceso y permanencia en la universidad.
- Discrimina negativamente a la universidad pública frente a la privada en cuanto a la compensación por matrículas de sus becarios. Las universidades públicas reciben del Ministerio por compensación de matrícula el precio de los estudios con similar grado de experimentalidad fijado por el Ministerio en el curso académico 2011-2012 más un 1% de actualización, sin sobrepasar en ningún caso para enseñanzas de máster oficial la cantidad de 2.100 euros. Sin embargo, la cuantía de la beca de matrícula recibida por la universidad privada será igual al precio mínimo establecido por la comunidad autónoma para un estudio igual o similar en una universidad pública de esa misma comunidad autónoma, en el mismo curso académico.
- Es contraria al desarrollo de la dimensión social de la universidad, puesto que el endurecimiento de las notas de acceso, de los requisitos académicos a superar y la disminución de la dotación de las becas son opuestos a las políticas de inclusividad y configuran importantes obstáculos que disminuyen la diversidad en las aulas.
