Y aunque hemos avanzado en los últimos años, nos queda un largo camino por recorrer. Ejemplo de los avances es la medida vinculada a las pensiones que entró en vigor el 1 de octubre de 2023, que intenta romper con la brecha de género en las prestaciones de Seguridad Social que cabe establecer, principalmente, en una doble dimensión:
- Respecto del acceso a prestaciones contributivas propias (singularmente la jubilación).
- Respecto a su cuantía media.
Al existir una menor carrera de cotización (derivada de las condiciones de trabajo y empleo), existe un menor acceso a pensiones propias. Ejemplo de esto son los datos recogidos en la Estadística de Bases Medias de Cotización del Régimen General, de marzo de 20231, publicado por la Seguridad Social.
Bases medias de cotización por tipo de contrato, jornada laboral y sexo
Desde la perspectiva de la brecha de género, las bases medias de cotización por contingencias comunes de los hombres según el tipo de contrato son superiores a las de las mujeres. En los contratos indefinidos dicha diferencia alcanzó los 452 € en marzo, mientras que en los temporales los hombres tienen una base de 53 € menos que las mujeres. Estos datos son una foto de la presencia altamente feminizada en la contratación temporal2.
Bases medias de cotización por sección de actividad económica y sexo
En todas las actividades, la base media de las mujeres es inferior a la de los hombres, tendencia que se repite incluso en sectores tan feminizados como las actividades sanitarias y de servicios sociales.
Otro ejemplo de esto se puede confirmar en este cuadro. En educación hay 680.914 mujeres y 292.692 hombres, donde las bases de cotización son: mujeres 2.290 € frente a hombres con una base de cotización media de 2.481 €, una diferencia de casi 200 euros. Bases medias de cotización por grupo de cotización y sexo Si tomamos como referencia las bases medias de cotización por grupos, se mantiene el mismo patrón: las bases de los hombres es mayor y, a medida que nos acercamos a grupos más bajos, mayor es la diferencia.
Todos estos datos no hacen más que reflejar la gran brecha de género en el mundo laboral. Y esto ocurre a pesar de que se están tomando medidas que suponen un avance importante (algunas de estas ya en vigor, otras entrarán en los próximos años), como son:
- Tiempo parcial igual a tiempo completo para cálculo de tiempo cotizado.
- Nueva fórmula de periodo de cálculo. El periodo de cálculo ha estado vinculado al tiempo inmediatamente anterior a la fecha de jubilación, por lo que abrir la posibilidad a elegir los mejores periodos cotizados permite mejorar la expectativa de pensión de los colectivos de personas trabajadoras con carreras de cotización más inestables, por lo que contribuirá a la reducción de la brecha de género.
- Nueva fórmula de integración de lagunas: un ejemplo es que se elevaría de uno a tres años los ejercicios que el sistema cubre en caso de excedencia por el cuidado de familiares, pasándose a cotizar el 100% estos 3 años.
Poder acceder a la jubilación o a otras prestaciones equiparando tiempos cotizados es importante, pero la cuantía de cotización es también un punto muy relevante, ya que de ello depende la calidad de vida de las mujeres. Y ya somos conocedoras de que a mayor precariedad laboral, menor cuantía de pensión o prestación, lo que ha llevado a que la precariedad laboral tenga rostro de mujer. Y eso debe cambiar ya.
1 https://n9.cl/dior1
2 Se incluyen todas aquellas personas cotizantes que no tienen contrato, personal funcionario, personal estatutario, personas cuidadoras no profesionales, programas de formación y prácticas no laborales en empresas.