La temporalidad se sigue manteniendo, con un porcentaje cercano al 50% en nuestro sector, debido a que no han finalizado los procesos selectivos de empleo público, a pesar del acuerdo firmado con el Gobierno para reducir la tasa de temporalidad en las administraciones públicas, firmado por los sindicatos más representativos en la mesa de Función Pública, entre ellos CCOO, que obliga a las administraciones a reducir la temporalidad hasta el 8% a finales de 2024.
Esperamos que a la finalización de los procesos selectivos se cumplan los objetivos firmados en dicho acuerdo, y que se dote de las y los profesionales, con carácter permanente, que cubran las necesidades reales de los servicios educativos para conseguir modernizar y mejorar el sector de la Educación, acordes con la nueva Escuela del Siglo XXI, y que la tasa de temporalidad se limite a la atención de las necesidades de carácter estrictamente coyuntural.
Otro de los objetivos principales, para el presente y el futuro, es que en todas las mesas de negociación nuestra organización reivindique con fuerza y “obligue” a las administraciones públicas a que se convoquen y ejecuten anualmente las ofertas de empleo público del personal laboral y funcionario de administración y servicios educativos, y no solo se limiten a su publicación en el boletín oficial de cada comunidad, para después dejar pasar incluso decenas de años en convocar las ofertas de empleo y dejarlas en el olvido, algo que no ocurre en otros sectores educativos que anualmente tienen procesos selectivos y concursos de traslados.
Las consecuencias de que no se hayan realizado procesos selectivos de empleo durante tantos años en nuestro sector, han sido la alta tasa de temporalidad en nuestro colectivo, y también el que miles de trabajadoras y trabajadores temporales no hayan tenido la oportunidad de conseguir un empleo fijo, estable y de calidad. Tampoco han podido cambiar de lugar de trabajo, debido a que no tenían un puesto fijo, por lo que no podían participar en los procesos de concurso de traslados y han tenido que adaptar su vida familiar, por obligación, a la profesional.
No podemos permitir esa permisividad en el futuro, hay que recordar nuestro lema de “presión-negociación” para que no se vuelva a repetir en años futuros. Movilizar a las trabajadoras y los trabajadores, salir a las calles, negociar en las mesas y acudir a los tribunales de justicia si no se ejecutan las ofertas de empleo público anualmente en nuestro sector educativo.