Reiniciación

EN UN ASCENSO A LAS ESPECTACULARES AGUJAS DE TAJAHIERRO, en los Picos de Europa, Manuela tuvo un grave accidente. Cayó desde una altura de treinta metros y tuvo que ser rescatada con un helicóptero. Se quedó tetrapléjica. Ocurrió en julio de 2021.

Este terrible suceso le cambió la vida que, hasta entonces, había sido intensa. Manuela nació en 1968, es holandesa, pero hizo de España su hogar desde media dos de los años ochenta. Gran música y deportista, ha practicado la escalada, el triatlón y el maratón, entre otras modalidades. A partir del accidente, comenzó para ella una nueva historia, muy distinta, pero igualmente apasionada. Tras una dura rehabilitación tuvo que volver a aprender cómo enfrentarse a las actividades y situaciones cotidianas desde una silla de ruedas. Pero Manuela es deportista y en esta nueva etapa ha decidido abordar otros retos. Ahora es una mujer distinta, pero tan extraordinaria como antes. Es campeona mundial de paraciclismo 2024.

Un día, tomando unas cañas con un amigo, le ofreció colaborar con su compañía de teatro. Emilio aceptó el reto y de esta manera nació el espectáculo que se estrenó hace unos meses en Madrid bajo el título de Manuela, el vuelo infinito. Así nació una pieza biográfica, que combina ficción y realidad, política y poética, tragedia y comedia, voz e imágenes. Tiene como núcleo central la experiencia transformadora que ha vivido Manuela. Ella misma la cuenta en una conferencia teatralizada, donde no omite ningún detalle de su proceso.

Aborda un tema difícil, que ha podido ser justamente calibrado gracias a su participación en el equipo artístico a lo largo del proceso creativo. Su presencia física es impactante, pero aún lo son más su fuerte personalidad y su coraje. Manuela llena la escena y se revela como una estupenda actriz, si cabe llamar así a quien se representa a sí misma. Junto a Manuela, completan el elenco con toda entrega Elena de Lucas, Luna Mayo y Jorge Muñoz.

La función cuenta con música en directo, arreglada y servida al punto exacto por Montse Muñoz, y con una eficaz coreografía de Lorena Fernández. También se intercalan vídeos de Jorge Muñoz que añaden ventanas y voces a la historia. Emilio del Valle firma la dramaturgia y la dirección de escena en una coproducción de [In]constantes Teatro, Miriñaque y Tranvía Teatro.

Fui a ver el espectáculo con algún rece lo, pensado que quizá podría resultarme demasiado doloroso; pero, al contrario, Manuela irradia vitalidad, alegría y lucidez, no exenta de frustraciones. En su enfrentamiento a situaciones repletas de obstáculos físicos y metafísicos, internos y externos, brilla la fuerza de la voluntad y el buen humor, con la ayuda y con la solidaridad, de personas imprescindibles. El tono dramático se combina con la esperanza sin perder profundidad. Es un espectáculo impactante, terapéutico e inspirador. Al final de la función, el público sale conmovido, con el corazón colmado de emociones. Porque una caída no tiene por qué ser una derrota. Brindo por Manuela: Proost!

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Víctor Pliego de Andrés

Catedrático de Historia de la Música en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid