Con el cambio de ministro y de equipo ministerial se ha iniciado una nueva etapa, con unas conductas y comportamientos bien diferentes. ¿Distinto talante? Es indiscutible. ¿Cuáles pueden ser las causas? ¿Proximidad electoral tanto de los pasados comicios como de los posibles próximos en junio? Sin duda, puede tener su influencia. ¿Reconocimiento de errores? Entra dentro de lo posible. En cualquier caso, se ha iniciado una nueva etapa que, con las lógicas cautelas, ha sido acogida en ambas ciudades con alivio y expectación.
El calvario que hemos pasado, especialmente en Ceuta, no tiene parangón y ante la actual situación nos encontramos francamente ilusionados, pero con los recelos lógicos de quienes han sufrido un maltrato ministerial tan injusto como inexplicable.
Es de desear que el resultado sea todo lo fructífero que parece, por el bien de todos (administración, sindicatos, profesores) y, sobre todo, de los alumnos
Se han celebrado ya dos reuniones y establecido un ambicioso calendario de negociaciones, (orden de interinos, convocatoria de oposiciones, ROCs, instrucciones de comienzo de curso….) que se han desarrollado en un contexto cordial y receptivo. Es de desear que el resultado sea todo lo fructífero que parece, por el bien de todos (administración, sindicatos, profesores) y, sobre todo, de los alumnos.
Vivimos un momento de incertidumbre política que puede dar al traste con todos los esfuerzos realizados. Esperemos, por el bien de la educación en ambas ciudades, que no sea así y que, si hay cambio de gobierno, el nuevo ejecutivo sepa aceptar los avances que se hayan podido concretar. Si no es así y repite el mismo equipo ministerial que, con seriedad y rigor, sepan cumplir con los compromisos adquiridos.