Honduras es un país donde la pobreza total afecta al 64,3% de la población y la pobreza extrema es del 40,7%. La inestabilidad política y la violación de los derechos humanos de las y los hondureños han sido las características fundamentales de nuestra historia republicana; y las fuerzas armadas y la policía nacional, los instrumentos directos de dichos vejámenes en apoyo a los sectores más conservadores.
Obligados a emigrar
El desempleo y la inseguridad son problemas fundamentales en Honduras. Ello obliga a miles de personas a emigrar a otros países, particularmente a Estados Unidos; de hecho, actualmente más de un millón viven allí, la mayoría de forma ilegal.
Nuestra organización, desde su nacimiento hace 55 años, ha sido actor fundamental en las luchas reivindicativas del magisterio hondureño, inspirado y comprometido con el pensamiento de nuestro héroe Francisco Morazán: “La educación pública es el alma de los pueblos libres”. Tanto es así que la mayoría de las leyes educativas que culminaron con la Ley del Estatuto Docente hondureño son producto de su esfuerzo.
El colectivo de docentes ha sufrido y sufre las terribles consecuencias de la aplicación de las políticas neoliberales que los han reducido a meros ejecutores de programas y políticas educativas que privilegian el lucro y la ganancia mercantil frente a la solidaridad, el altruismo y el desarrollo integral de la niñez y la juventud.
Existe una violación constante a los derechos del magisterio establecidos en el Estatuto Docente hondureño
Entre las acciones de persecución política y violación a los derechos humanos del magisterio hondureño podemos mencionar que, desde 2009, han sido asesinados más de 83 docentes en diferentes lugares del país. En 2017, 119 jóvenes estudiantes fueron privados de sus vidas por medios violentos y, durante el primer trimestre de este año, han sido asesinados al menos 30 estudiantes cerca de sus centros de enseñanza. Desgraciadamente, los datos que tenemos actualmente arrojan que el 54% de las personas que fallecen en el país de forma violenta son jóvenes que residen en los barrios más pobres de Honduras: Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Persecución política
Tampoco podemos obviar que han sido despedidos alrededor de 303 docentes en los últimos años a causa de su participación en actividades sindicales y gremiales; y, actualmente, 18 docentes afiliados al COLPROSUMAH se encuentran privados de su libertad por el único delito de defender la democracia hondureña, lo que los califica como presos políticos del gobierno actual.
De igual manera, resaltamos que el Decreto 262/2011, Ley fundamental de Educación, excluye al profesorado hondureño de los organismos e instancias de decisión, formulación y seguimiento de las políticas públicas educativas del país.
En definitiva, existe una violación constante de los derechos del magisterio establecidos en el Estatuto Docente hondureño y, además, una nueva amenaza se cierne sobre el profesorado y las y los estudiantes: la inseguridad que existe, donde se pone en riesgo la vida e integridad física de las personas dentro de los establecimientos educativos.
300.000 niñas y niños excluidos
Los datos hablan por sí mismos: 7 de cada 10 centros educativos están totalmente destruidos, el 75% de ellos carecen de agua y de luz; un promedio de 300.000 niños y niñas están excluidos del sistema educativo nacional, y cerca de 28.000 docentes están desempleados, según los organismos gubernamentales.
Frente a esta lamentable situación de la educación hondureña, desde COLPROSUMAH seguimos reafirmando nuestra lucha por la defensa de la escuela pública, de los intereses de los niños y niñas y de los jóvenes, y la defensa de los derechos de los y las docentes.
Nuestra organización representa la dignidad del magisterio y el futuro de la educación pública de Honduras. Son 55 años de existencia que marcan una lucha de conquistas y reivindicaciones.
Y, ante la represión gubernamental, ante un presente oscuro donde las y los docentes somos perseguidos y discriminados, donde no se reconoce nuestra importante labor y se produce una acelerada privatización de la educación pública, el COLPROSUMAH se seguirá levantando, luchando y gritando sin miedo y con mucha valentía.