Por si no fuese suficiente, en el primer ciclo de Educación Infantil las organizaciones patronales, con la complicidad de otras organizaciones sindicales con representatividad en el sector, ya en 2015 marcaban la senda a seguir y, escudándose en una “estafa crisis” que las trabajadoras no generaron, firmaban una congelación salarial que definía la estrategia de perpetuar la precariedad laboral en el 0-3, ahora corroborada con la firma del XII Convenio Colectivo de Centros de Asistencia y Educación Infantil.
Como sindicato mayoritario en el sector, hemos asumido la responsabilidad que nos corresponde en la defensa de unas condiciones laborales dignas, negándonos a ceder a la pretensión patronal de firmar un nuevo convenio, tras más de 7 años de congelación salarial, que no da salida a las necesidades y reivindicaciones de miles de trabajadoras. El acuerdo establece unas condiciones retributivas para el colectivo de las educadoras que no representa un reconocimiento a la difícil tarea que vienen desarrollando y que no pone en valor ni la responsabilidad ni la formación de esas trabajadoras. La Federación de Enseñanza de CCOO no podía avalar el estancamiento de la fragilidad laboral del sector ni la negación del último Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva, que establece, entre otras cuestiones, que ningún convenio fijará retribuciones por debajo de los 1.000€ en 2020. En un sector totalmente feminizado, el nuevo texto no soluciona los problemas endémicos y ahonda profundamente en la brecha salarial existente.
Precariedad
Era el momento para que todas las organizaciones sindicales actuásemos conjuntamente en la búsqueda de un giro que representase un cambio radical en las condiciones laborales del 0-3. Pero los compañeros de viaje no supieron tener altura de miras, no interpretaron el anhelo de miles de trabajadoras que decían basta a una situación de injusticia y, desde la comodidad, prefirieron alinearse con las tesis patronales, en una decisión que perpetuaba la precariedad del sector.
Plenamente consciente de la dificultad del momento, CCOO tuvo un papel cohesionador poniendo en marcha una respuesta contundente en defensa de unas condiciones laborales dignas del siglo XXI. Las concentraciones y la huelga de mayo de 2019, ampliamente respaldadas en todo el país, marcarán un punto de inflexión y, desde el convencimiento de que la movilización es el instrumento que puede aportar la solución a la situación actual, seguiremos vertebrando la respuesta a las organizaciones patronales. Quien no lucha, no avanza.