DESPUÉS DE UN LARGO PERÍODO (SEIS AÑOS) sin negociaciones ni contactos, abandonados y en manos de un ministerio autista y prepotente, comienza a funcionar de nuevo el único órgano específico de pseudonegociación e interlocución ministerial con el que cuentan Ceuta y Melilla. No es mucho, no es un órgano decisorio, pero menos es nada.