EN LAS CALLES DE LAS CIUDADES LAS MUJERES NO EXISTEN. Paseo por las calles de mi memoria y sólo recuerdo que todos los nombres de las calles donde viví tenían nombres de hombre. No quiero desmerecer: eran hombres dignos que aportaron belleza como el poeta, o alcaldes o promotores de la ciudad, u hombres que hicieron acciones ciudadanas merecedoras de ser recordadas.