NUNCA EN TODA NUESTRA HISTORIA ha sido tan terriblemente alta la cifra de desplazados forzosos. Los sindicatos de la educación se movilizan para exigir a los gobiernos y a la Unión Europea una respuesta coordinada. Esta respuesta supone que se respeten los compromisos jurídicos de los Estados con los refugiados (sea cual sea su situación legal). El derecho de los refugiados a acceder a una enseñanza inclusiva y de calidad exige una mayor inversión en los sistemas públicos de educación.