LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN constituye un factor capital para que nuestra sociedad progrese y avance con proyección de futuro. Para garantizar que el derecho a la educación en estos términos sea una realidad, las políticas educativas, la inversión económica y la implicación de la comunidad educativa constituyen los ejes generales prioritarios, pero también, y no menos importantes, lo son las condiciones laborales del personal que lleva a cabo día a día la tarea pedagógica, tanto si la desarrolla en centros públicos como si lo hace en centros concertados.