MIENTRAS ESCRIBO ESTAS LÍNEAS, vuelvo a revisar un recorte de periódico de 1977, semanas antes de la legalización de Comisiones Obreras, en el que compañeros del sector del fibrocemento burlaban la clandestinidad y denunciaban en rueda de prensa los efectos para la salud del amianto. La prevención de las exposiciones a agentes cancerígenos fue una de las líneas de acción para unas Comisiones Obreras todavía clandestinas, y 40 años después sigue siendo una prioridad de nuestro sindicato.