EMPECÉ CON NO SOLO DUELEN LOS GOLPES EN 2003, cuando mi psicóloga me dijo aquella frase y me impactó un montón, porque yo todavía no me identificaba como mujer maltratada.
EMPECÉ CON NO SOLO DUELEN LOS GOLPES EN 2003, cuando mi psicóloga me dijo aquella frase y me impactó un montón, porque yo todavía no me identificaba como mujer maltratada.