LA CRISIS PRODUCIDA POR LA PANDEMIA HA SUPUESTO PARA LA UNIVERSIDAD ESPAÑOLA un examen sobre su forma de enseñar y su modo de adaptarse a un escenario, el de la docencia a distancia, que, si bien aparecía en su horizonte como una opción a implantar de manera progresiva y que ya había sido puesta en marcha en alguna de estas enseñanzas, ha debido hacerlo de manera precipitada y sin un espejo en el que reflejarse y compararse adecuadamente con experiencias previas.