LAS MUJERES, Y SOBRE TODO LAS MÁS JÓVENES, TENEMOS MÁS DIFICULTADES PARA ACCEDER A UNA VIVIENDA Y PARA FORMAR UNA FAMILIA, debido a la precariedad laboral en la que nos vemos envueltas, además de la temporalidad y una elevada tasa de paro, a lo que sumamos las facilidades existentes para el despido después de la reforma laboral.