LO MÁS PROPIO DEL SER HUMANO ES LA PALABRA, como dejó dicho Aristóteles en su Política; los animales dan voces. Pero el ser humano, al nombrar lo que piensa o lo que pasa, es mucho más rico y complejo. Antes de saber escribir –sistema por el que la palabra se hace tangible– el ser humano ya es oralidad. Díaz-Pimienta, maestro de la palabra hablada, improvisada y rimada, nos incita a que tenga valor primordial en el aprendizaje. Este es su glosario básico para poder acompañarle en esa preocupación.