EL DISCURSO DEL MIEDO HA TRIUNFADO en comunidades autónomas como Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y Aragón propagándose como un tsunami hacia Murcia, Valencia, Asturias y, finalmente, ha llegado a Cantabria. La amenaza del Ministerio de Hacienda de impugnar las oposiciones, si se convocan, sin estar aprobados los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ha vuelto a poner en pie de guerra a la comunidad educativa; y, lo que es peor, a enfrentar entre si a los propios trabajadores del sistema y a levantar barreras ideológicas entre comunidades autónomas vecinas, utilizando un eufemismo, “efecto llamada” cuando lo que se quiere decir es miedo a que cualquier organización o persona jurídica pueda impugnar todo el proceso de oferta de empleo público.