AUNQUE EXISTA DE MANERA FORMAL, en la actualidad la igualdad efectiva en el personal docente e investigador de nuestras universidades dista mucho de ser real: existe una brecha salarial de género, también en las convocatorias de proyectos de I+D+i, la presencia de mujeres en los cargos de gobierno es escasa; en la carrera investigadora el techo no es de cristal, es de hormigón; el acoso está presente, aunque trate de silenciarse, etc.