LA DIVERSIDAD EN NUESTROS centros educativos es una realidad. Tal afirmación no es menos cierta que el hecho de que los y las docentes se sienten en ocasiones “desbordados”, por no decir “arrollados”, por la misma. Una verdadera inclusión educativa es, por tanto, no solo una necesidad, sino también uno de los mayores retos que debe afronta la educación.