UNO DE LOS PILARES DE LA EDUCACIÓN DEBERÍA SER LA EQUIDAD, es decir, de aquellas medidas que permiten, con la inversión suficiente por parte de la Administración, hacer frente a las desigualdades de base para corregirlas en los años de la escolarización obligatoria y así ofrecer los mismos derechos y oportunidades a todo el alumnado. También sirven para atender de forma adecuada las necesidades diferentes de un grupo amplio y diverso de estudiantes, un desafío en crecimiento constante.