SERÍA FANTÁSTICO PODER PINTAR CON EL OPTIMISMO de los finales de película impactantes de Hollywood, el “diálogo” de que tanto se habla en los últimos tiempos. De una vez por todas, y después de tantas reivindicaciones no escuchadas en estos años, estaríamos de acuerdo en las cuestiones que merecen la pena, no sólo en asuntos educativos, sino también en cuantos afectan a la convivencia democrática; y perderíamos menos el tiempo, que no es poco. Todo se confabula, sin embargo, para no ver con tal coloración la coyuntura que atravesamos.