Durante meses -todos los del curso pasado- la consejera de Educación, María Isabel Sánchez-Mora, ha practicado la combinación de discurso y práctica abiertamente contradictorios. Sus palabras han sido siempre las de afirmar que busca un Pacto, Social le llama, por la Educación, sus hechos los de mantener y profundizar los recortes e ignorar a la representación legal de los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza.