ENTRE EL CURSO 2017-2018 Y EL CURSO 2022-2023, el sistema educativo español perdió algo más de 304.000 estudiantes. La disminución del alumnado, fruto de la caída de la tasa de natalidad en nuestro país, impacta por el momento en la Educación Infantil y Primaria, y está siendo aprovechada, por la mayoría de las administraciones educativas, para recortar y también como una oportunidad para privatizar.