“ES ESCANDALOSO que algo como esto sea posible en una institución Europea. Yo hago un trabajo cualificado con un alto compromiso personal, que merece respeto y aprecio. Pero soy tratada como una profesora de segunda clase.” Silvia Rodriguez (nombre ficticio) es maestra de una Escuela Europea. No quiere que su nombre real se publique, porque tiene miedo de sanciones.