EL ABANDONO EDUCATIVO TEMPRANO tiene rostro, principalmente, de varón e inmigrante, aunque su sombra es larga entre el alumnado, sobre todo en la enseñanza pública. Después de los años de descenso causados por el temor a enfrentarse a un mundo laboral sin oportunidades, hay dos tendencias que preocupan: disminuye la velocidad en la reducción del AET y repuntan los datos de quienes, aun teniendo título, no siguen estudiando.