DEJAMOS ATRÁS EL CAMBIO AL SIGLO XXI y las incumplidas profecías de caos civilizatorio derivadas del efecto 2000 y sus fallos informáticos en cascada. Sin embargo, lo que el cambio de siglo no varió, sino que intensificó, fue la desigualdad social.
DEJAMOS ATRÁS EL CAMBIO AL SIGLO XXI y las incumplidas profecías de caos civilizatorio derivadas del efecto 2000 y sus fallos informáticos en cascada. Sin embargo, lo que el cambio de siglo no varió, sino que intensificó, fue la desigualdad social.