Un estudio realizado entre enero de 2021 y 2022 por la ONG Bullying Sin Fronteras sitúa a España como uno de los países con un alto nivel de acoso en los centros educativos (11.229 casos graves reconocidos), lo que también se produce en el entorno digital.
En tanto, el Ministerio de Igualdad publicó este año un estudio titulado Mujeres jóvenes y acoso en redes sociales1 que, entre otras cosas, muestra ciertas tendencias y percepciones respecto a estas formas de violencia:
- Existe un aumento de conductas sexistas en las redes, favorecidas por el anonimato que estas brindan.
- Se tienden a normalizar conductas estereotipadas que van en contra de la igualdad y la no discriminación.
- El acoso y la violencia a través de las redes pueden percibirse como menos nocivas que las que se hacen en persona.
Dicho estudio se centra en dos tipos de acoso: el afectivo-sexual, que se produce en las redes sociales y que se ejerce de los hombres hacia las mujeres con carácter sexual, por el mero hecho de ser mujer; y el ciberacoso que tiene lugar en el ámbito académico, independientemente de que quien acosa sea conocido o no, y que no necesariamente tiene carácter sexual.
Los datos confirman que el primero es el más frecuente entre las jóvenes y, como se tiende a normalizar, no se le da importancia. Además, los roles de género existentes se reproducen tal cual en las redes sociales, lo que deriva en que hay dificultades para compartir las situaciones de acoso en el entorno familiar y todavía se juzga más a la mujer que a los hombres por sus comportamientos, lo que provoca una mayor probabilidad de sufrir situaciones de acoso por el simple hecho de ser mujer.
Las jóvenes que sufren acoso en línea no suelen responder a los mensajes que reciben, ante el miedo de que esta situación se agrave. Por ello, apenas existen denuncias en este sentido por la falta de pruebas, la sensación de que no les van a creer, desconocimiento sobre el sistema de denuncias, etc., razones que no distan de las existentes fuera del entorno digital.
Desde FECCOO alertamos de que el acoso es un problema de suma gravedad, y que una de las principales herramientas para combatirlo es la educación. Por ello, solicitamos a las administraciones una adecuada inversión en informar y educar a jóvenes y adolescentes en la prevención y denuncia de cualquier situación de acoso.
Debemos promover relaciones sanas e igualitarias para las nuevas generaciones. Es un objetivo y un compromiso firme que CCOO seguirá trabajando en todos los espacios donde tenga incidencia y, por supuesto, a través de nuestras delegadas y nuestros delegados en los centros educativos.