Carmen Núñez Romero. Enfermera escolar y delegada de CCOO

“Con la salud no se juega y hay que darle el lugar y la importancia que realmente tiene”

LA SALUD ES UNA PARTE IMPORTANTE DE LA LABOR EDUCATIVA DE LOS CENTROS, PERO LA REALIDAD DISTA MUCHO DE RECONOCER ESA NECESARIA PRESENCIA. Las administraciones educativas, pese a la reiterada demanda desde distintos sectores para incorporar la figura de profesionales de enfermería escolar, todavía están lejos de llegar a un mínimo aceptable: cada profesional atiende a 6.685 estudiantes. Ante esto, la demanda de CCOO es clara: estamos muy lejos de cubrir las necesidades y seguirá presionando para que la educación sea un ámbito atractivo para el personal sanitario.

CARMEN NÚÑEZ ROMERO, nació en Madrid (1980), aunque su familia paterna es de Castilla-La Mancha. Estudió Auxiliar de Enfermería, Higienista Bucodental, se graduó en Enfermería en la Universidad Pontificia de Comillas, realizó un Experto en Urgencias y Emergencias, y posteriormente un Máster en Enfermería Escolar en Salamanca. Tiene una amplia experiencia laboral en diversos campos, no exclusivamente en tema sanitario, trabajando en hospitales de Castilla-La Mancha y Madrid. También se ha desempeñado como enfermera escolar, en centros ordinarios y de Educación Especial. Actualmente es delegada de CCOO Enseñanza, atendiendo al personal de Administración y Servicios, es el perfil de enfermera escolar en CCOO, además de ser intermediaria entre Salud Laboral y su sector.

 

¿Por qué hace falta la figura de profesionales de enfermería en los centros educativos?

Porque somos un perfil profesional imprescindible en toda la sociedad, aún más en los centros educativos. Esto no se debería cuestionar, debería existir el recurso sin cumplir requisitos específicos para la determinación de nuestra existencia o no en los centros. ¿No son suficientes como requisitos que existan ya infinidad de patologías agudas y crónicas que abordar, que necesitan de la atención y seguimiento de profesionales de enfermería en los centros educativos? ¡Qué más hay que justificar!

Además, de qué mejor forma va a estar nuestro alumnado, acompañado en su desarrollo en sus distintas etapas, tanto sanitarias como educativas si no es al lado, en todo el proceso, de una persona profesional de enfermería.

El alumnado tiene derecho a sentirse seguro y atendido de las enfermedades que padezca, sin que sea un impedimento para que pueda acudir a su centro, con la tranquilidad de que haya alguien profesional que le entienda, le cuide, tenga un seguimiento de su caso en cuestión y al cual poder acudir en caso de necesidad.

Otro punto importante de vista a destacar, y que respalda aún más la presencia de una enfermera en cada centro, es la incidencia en ciertas edades a sufrir ciertos accidentes tales como lesiones, heridas, traumatismos, caídas, entre otras.

¿No resulta una petición desorbitada para la Administración?

No sé si para la Administración resultará una petición desorbitada. Lo que sé es que para nosotros y nosotras no lo es, y que debe asumirse al igual que se asumen otras necesidades en el ámbito educativo. El que exista la figura de enfermería escolar en el centro es imprescindible y muy necesario. Hay que tener claro que los pilares más importantes en nuestra sociedad son la sanidad y la educación, por ello se tiene que invertir sin escatimar en ello.

¿Cuáles son las tareas fundamentales de las y los profesionales de enfermería en los centros?

He de decir que las tareas son infinitas y cada una de ellas en su contexto, no desmerece importancia, por lo que haré referencia a algunas de ellas:

  • Función asistencial: realización de seguimiento y de cuidados del alumnado.
  • Realización de la historia de enfermería.
  • Gestión, administración y recepción de medicación, cuidado y mantenimiento en lugares adecuados, control de caducidades, reposiciones.
  • Custodiar medicaciones e historiales de enfermería.
  • Gestión y mantenimiento del material en condiciones óptimas de conservación.
  • Función educativa: realizando promoción y prevención para la salud.
  • Impartir charlas educativas y talleres.
  • Registro diario de enfermería.
  • Detección, valoración, intervención, derivación de posibles patologías o dolencias.
  • Realización de técnicas de enfermería prescritas por un facultativo, sondajes, alimentación por sonda, aspiración.
  • Asesoramiento y acompañamiento en temas relacionados con la salud.
  • Atención a las familias.
  • Trabajo conjunto con otros profesionales del centro.
  • Atención de urgencias o emergencias.

Educación para la salud, promoción de estilos de vida saludables, identificación de problemas, cuidados, estrategia, innovación, etc., son algunos de los conceptos que definen vuestra labor según el Consejo General de Enfermería. ¿Son demasiadas cosas que abordar en tan poco tiempo, cuando existe la figura?

Ya no depende del tiempo en sí para desarrollar todas estas labores, sino del tiempo que nos ocupen los niños y las niñas con patologías crónicas que atendemos. Ellas y ellos son lo primero, y eso tiene que quedar claro: son nuestra prioridad, ya que desde que se entra al centro hasta que se sale existe una continuidad en estos cuidados que no podemos desatender o descuidar en ningún momento, puesto que las situaciones pueden cambiar de un momento a otro y necesitar una atención inmediata como puede ser en la atención de una hipoglucemia de menores diabéticos en un centro ordinario o la atención de una crisis convulsiva en un centro de Educación Especial. Además del resto de patologías existentes en los centros educativos (alergias, epilepsias, asma, etc.) que la Administración no reconoce para que haya una enfermera en el centro por ellas, pero que también atendemos, más las necesidades que se producen: heridas, dolencias, emergencias o urgencias que suceden al cabo del día en un centro educativo, tanto ordinario como de Educación Especial.

“El alumnado tiene derecho a sentirse seguro y atendido de las enfermedades que padezca, sin que sea un impedimento para que pueda acudir a su centro”

¿Cuál es la situación actual de vuestro gremio en cuanto a presencia en los centros, estabilidad, salarios, descansos, jornada laboral, etc.?

Aquí abrimos el melón. Actualmente, la enfermería escolar se encuentra en tierra de nadie, sin el reconocimiento que se merece, sin funciones determinadas, sin dejarnos desempeñar con libertad y responsabilidad las funciones inherentes a sus responsabilidades, sin un sitio adecuado en el que estar… Tenemos muchas compañeras y compañeros sin una consulta de enfermería, ubicadas en salas de profesores, aulas, cuartos de lavar, debajo de escaleras y, en el mejor de los casos, que dispongan de una consulta que, en muchas ocasiones, no reúnen los requisitos de habitabilidad, desprovistas de material en general, sin camillas, teniéndose que arreglar con sillones en sustitución a una camilla, entre otras situaciones de precariedad.

La falta de la figura de enfermería escolar en los centros educativos es muy evidente. Tenemos compañeras y compañeros que incluso dividen su tiempo en varios centros para atender necesidades que precisan de una continuidad de cuidados. Como se diría vulgarmente, vestir a un santo, para desvestir a otro. Esto es intolerable, no se pueden estar atendiendo dos centros y a distintos niños y niñas en ellos. Nos genera mucha intranquilidad, ansiedad de sentir que no tenemos el control total de una situación de salud, cuando tenemos que abandonar un centro para irnos a atender otro. Imaginad la intranquilidad de niñas y niños y de esas familias que ven como su enfermera tiene que abandonar sus cuidados para trasladarse y atender otras necesidades en un centro distinto. ¡Con todo lo que eso implica! Son patologías, en muchas ocasiones, de una complejidad muy grande y que se necesita tener un seguimiento diario para que haya unos cuidados de calidad y una buena adherencia a los tratamientos. Cada persona es un mundo y hay que conocerlas bien para tomar decisiones acertadas en las actuaciones de enfermería según pauta médica.

Tampoco se ha venido respetando el mismo profesional por curso escolar ni tenemos ratio de número de estudiantes por cada profesional de enfermería a quienes atender.

La enfermería escolar debe ser una especialidad y se nos debe reconocer a todas las personas profesionales que estamos en los centros educativos.

Por otro lado, las bajas tardan mucho tiempo en cubrirse. Actualmente estamos promoviendo una campaña de recogidas de firmas para que a todo el personal laboral se nos considere personal esencial y prioritario, y que se incluya en el nuevo convenio y se cubran las bajas con mayor rapidez, como otros perfiles de los centros educativos que se cubren de un día para otro.

Como casi todo el personal laboral de la Comunidad de Madrid, no ha habido hasta ahora procesos selectivos, obligados por la Unión Europea, derivando en que hay quienes llevan 25 años como personal interino sin poder consolidar su puesto de trabajo.

Hablando de la jornada laboral, actualmente es de siete horas y media, por lo que estamos reivindicando las 35 horas que nos arrebataron.

Los tipos de contratos son precarios, fijos discontinuos (FIDIS), jornadas al 85% haciendo que las y los profesionales de enfermería se vayan al SERMAS e incluso fuera de España, ya que nos ofrecen mejores condiciones económicas y laborales.

¿Está en concordancia el salario con las responsabilidades asumidas?

Tenemos una gran responsabilidad en los centros educativos que no es acorde al salario que percibimos. Nos sentimos solas, desprotegidas, incomprendidas y sin un profesional con el cual podamos coordinarnos, como pudiera ser una persona facultativa, en la toma de decisiones que se nos escapan de nuestras competencias profesionales o simplemente para complementarnos. También echamos en falta la figura de una persona responsable de enfermería con conocimientos en la materia a la cual podamos recurrir en el caso de que fuese necesario, y llevase sus funciones propias de comunicación, gestión y de organización.

Para CCOO es una demanda prioritaria la existencia de la figura de personal de enfermería en los centros.

Sí, por supuesto que es prioritario. Para el sindicato es imprescindible una enfermera en cada centro. Es nuestro lema y nuestra lucha. Hemos avanzado mucho y el número de enfermeras y enfermeros va aumentando exponencialmente cada año, pero aún no son suficientes. Todavía hay muchas cosas que conseguir y por las que luchar. En CCOO lo tenemos muy claro y sabemos el lugar que se merece la enfermería escolar y no nos cansaremos de reivindicar nuestros derechos laborales y salariales.

“Hay que tener claro que los pilares más importantes en nuestra sociedad son la sanidad y la educación, por ello se tiene que invertir sin escatimar en ello”

¿Hay un trabajo educativo por vuestra parte en el marco del centro o es más bien una labor sanitaria y asistencial? ¿Cómo se puede manifestar vuestra labor en el día a día en relación con el resto de la actividad docente y no docente del centro?

Nuestra labor abarca tanto la sanitaria, como la asistencial y educativa. En cuanto al trabajo educativo no está reconocido, y digo esto, porque no tenemos reconocidas horas de docencia para impartir lo que venimos haciendo en muchos centros, charlas educativas de prevención y promoción para la salud, tanto a nivel de aula, como a nivel de los trabajadores. Nuestro trabajo educativo empieza todos los días nada más entrar al centro. Un ejemplo muy claro y muy sencillo es visualizando los riesgos y advirtiendo de ellos a la comunidad educativa, para que los conozcan y se puedan prevenir y evitar accidentes. Las  enfermeras y enfermeros utilizamos todos los sentidos en nuestra profesión, tenemos muy desarrollado el sentido de la observación y muy visuales.

¿Cómo impacta vuestra presencia en los centros en cuestiones como las brechas sociales entre el alumnado, el abandono escolar, etc.?

Tanto para las familias como para menores y adolescentes somos referentes directos en muchas ocasiones a la hora de su elección, en la necesidad de informarse o de buscar ayuda. Una vez se ponen en contacto con la persona de enfermería reciben atención, apoyo y se les dirige hacia el equipo orientativo correspondiente.

Porque realmente vuestra labor no impacta únicamente en el alumnado sino en toda la comunidad educativa. ¿Es así?

Así es, no cabe ninguna duda. Ni que decir tiene que atendemos a toda la comunidad educativa, aunque así no lo tengamos reconocido a nivel de la Administración, ya que, a día de hoy, para que haya una persona profesional de enfermería en un centro, se deben cumplir una serie de requisitos, que ni cumpliéndolos te aseguran que pueda existir la figura.

Somos la responsabilidad máxima sanitaria en los centros y de ahí que, si surge una necesidad sanitaria en la comunidad educativa, tengamos que realizar valoraciones, tomar decisiones propias, atender o intervenir si fuese necesario.

La figura de enfermería es un recurso más para el centro educativo, algo que debe tener claro la Administración.

Y si es así tan claramente, ¿cuáles son las razones que se esgrimen para retrasar vuestra presencia en los centros?

Evidentemente, es una cuestión económica, ahorrarse mano de obra. No se dan cuenta o no quieren entender que con la salud no se juega, y hay que darle el lugar y la importancia que realmente tiene la figura de enfermería en un centro educativo. Es un valor añadido.

“Actualmente, la enfermería escolar se encuentra en tierra de nadie, sin el reconocimiento que se merece”

Con la relevancia de la salud mental en estos días y la urgencia de abordar hábitos saludables, ¿hay suficiente presencia de estos contenidos en los currículos educativos?

Tratándose de un tema tan delicado como es el de la salud mental, y que hoy en día es cada vez más necesario, se le está dando más visibilidad y hay menos tabús a la hora de hablar de ella. No obstante, la presencia de estos contenidos siempre es insuficiente en los currículos educativos. Hay miles de formas de abordar este tema y de crear e incluir curricularmente más contenido.

¿Cómo podría mejorar esta situación?

Esta situación podría mejorarse dejándonos a las y los profesionales de enfermería ser más partícipes en este tipo de situaciones, pudiendo involucrarnos más en la atención, acompañamiento en ciertos procesos, así como en la promoción y prevención de ella.

Quiero recordar que también existe la especialidad de enfermería en salud mental, que algunas de nuestras compañeras y compañeros poseen y desearían, pero que no pueden poner en práctica en los centros educativos.

¿Por qué no pueden ponerlo en práctica?

Muchas veces es por falta de coordinación con los equipos directivos de los centros o por la poca claridad en la toma de decisiones prácticas en el día a día.

En diciembre de 2023, el Consejo General de Enfermería solicitó la colaboración de los ministerios de Sanidad y Educación para instaurar la figura de enfermería escolar. ¿Ha habido alguna respuesta oficial al respecto?

El Consejo General de Enfermería y las comunidades autónomas han ido acercando posturas para avanzar en la implantación de la figura de enfermería escolar en todo el territorio, teniendo presente el gran déficit existente en la actualidad. El plan es tener en cuenta las peculiaridades de cada región y hacer una apuesta clara para garantizar la calidad de la atención y seguridad de niñas, niños y adolescentes, y la escolarización de menores que presenten patologías crónicas y agudas.

¿Es igual la situación en todas las comunidades autónomas o hay alguna en la que sí hay mayores avances al respecto?

Es bastante dispar el resultado por comunidades autónomas, aunque todas tienen un punto en común: faltan profesionales a pesar del gran apoyo (superior al 90%) que tiene la iniciativa entre las familias y los equipos directivos. La Comunidad de Madrid, Andalucía, Región de Murcia y Cataluña son las que cuentan con mayor número de personas dedicadas a ello, pero eso no significa que sus datos sean adecuados. Además, hay que tener en cuenta que en España conviven tres modalidades actualmente: las y los profesionales que acuden únicamente a los centros de Educación Especial, aquellas autonomías que cuentan con personal fijo y otras en las que solo acuden profesionales desde la Atención Primara para intervenciones puntuales en Educación para la Salud.

Los datos del curso 2022-2023 muestran que la media estatal respecto al número de estudiantes por profesional de la enfermería es muy alta, una cifra alarmante que nos debería servir como evidencia de las carencias que tenemos actualmente en el sistema educativo.

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