
Cuando llego a un lugar, absolutamente todo se ve afectado: la vivienda, el trabajo, la sanidad, el ocio, la cultura y, por supuesto, la educación… La infancia es víctima por partida doble, porque aparte de soportar mis duras condiciones, le afecta en su desarrollo educativo. En muchos casos destruyo las es cuelas con la consiguiente pérdida de espacios y materiales adecua dos; profesionales de la educación pierden la vida o tienen que huir, y esta se resiente notablemente.
Según UNICEF: “1 de cada 3 niños y jóvenes de entre 5 y 17 años que viven en países afectados por conflictos o desastres –104 millones– no asisten a la escuela, una cifra que representa más de un tercio de la población mundial sin escolarizar. En total, 303 millones de niños de 5 a 17 años no asisten a la escuela en todo el mundo. 1 de cada 5 jóvenes de 15 a 17 años que viven en países afectados por conflictos o desastres nunca han ido a la escuela, y 2 de cada 5 nunca han terminado la escuela primaria”.
Más de la mitad de las niñas y los niños sin escolarizar en edad de asistir a la escuela primaria viven en países afectados por situaciones de emergencia. Según datos recientes de la UNESCO: “El número de niños sin escolarizar a escala mundial ha aumentado en 6 millones desde 2021 y asciende ahora a 250 millones”. Y, “según las tendencias actuales, el número de jóvenes de 10 a 19 años aumentará a más de 1.300 millones para 2030, lo que representa un aumento del 8%”. 72 millones de los niños y niñas afectados por crisis humanitarias en todo el mundo no van a la escuela.
Además, sin que yo esté presente, en muchos países las niñas, por motivos sociales y culturales, no asisten a la escuela o lo hacen durante poco tiempo, con lo que se limita su pleno desarrollo. En todo el mundo, 119 millones de niñas no asisten a la escuela: 34 millones, en edad de cursar la escuela primaria; 28 millones, en el primer ciclo de la escuela secundaria, y 58 millones, en el segundo ciclo de la escuela secundaria. 122 millones, es decir, el 48% de la población sin escolarizar son niñas y mujeres jóvenes.
Estoy ganando terreno, poco a poco, en relación con la educación. Es un círculo vicioso que me da poder. A más situaciones de guerra, menos y peor educación, y esta es fundamental para frenar la guerra. ¿Quién ganará la batalla?