EL SINDICALISMO TIENE COMO OBJETIVO MEJORAR LAS CONDICIONES DE TRABAJO DE TODA LA CLASE TRABAJADORA –hombres y mujeres– y la igualdad forma parte de su ADN. Sin embargo, siempre se ha dado prioridad a la igualdad de clase, quedando relegada la igualdad de hombres y mujeres, una dimensión de la igualdad que desde hace unas décadas se ha revelado vital por el empuje del feminismo y de las propias
trabajadoras.