NADIE DEBERÍA IR A TRABAJAR CON MIEDO, ARRIESGANDO O CON MENOSCABO DE SU DIGNIDAD, SU SALUD, SU SEGURIDAD, SU INTIMIDAD, SU LIBERTAD. Ninguna persona debería estar expuesta a sufrir violencia sexual o violencia por ser mujer, sea en el trabajo, en el trayecto a este o en cualquier escenario relacionado con la participación laboral. Sin embargo, esto les sucede a miles de mujeres en nuestros entornos laborales.