Convertir la rabia en movilización

LA VIDA DE LA MAYORÍA SOCIAL DE NUESTRO ESTADO ESTÁ MARCADA, EN CADA UNO DE SUS DÍAS, POR LA PRECARIEDAD. Hablamos tanto de este término que, a veces, parece que se nos queda vacío, que lo significa todo, o sea, que ya no significa nada. En cualquier discurso político progresista, este término y el de juventud se han convertido en sinónimos, porque en la realidad, en la gran mayoría de casos, lo son. Pero ¿qué pasa cuando no solo es sinónimo de la juventud y se convierte en sinónimo de la vida?