El Gobierno aprueba las criticadas reválidas de ESO y Bachillerato

Las reválidas de ESO y Bachillerato serán obligatorias para el próximo curso. El Consejo de Ministros ha aprobado el decreto por el que se regulan las evaluaciones finales a las que los alumnos se enfrentarán a partir de 2017.


EL GOBIERNO MANTIENE PRÁCTICAMENTE EN SU TOTALIDAD el texto del último borrador del decreto, que se dio a conocer en mayo. Aprobar estos exámenes será imprescindible para obtener el título de la etapa de Secundaria y para acceder a la universidad en el caso de Bachillerato, aunque habrá un año de transición. La evaluación de ESO (alumnos de 15 y 16 años) se pondrá en marcha en 2017, pero no será hasta 2018 cuando los alumnos tengan que aprobarla para obtener el título. Lo mismo sucede con la de Bachillerato (17 y 18 años), que en el primer año de aplicación, 2017, no servirá para titular, pero sí para acceder a la Universidad.

La principal novedad será que las pruebas finalmente no van a ser tipo test. La evaluación de Bachillerato será muy similar a la Selectividad, no habrá un único examen el mismo día para todos los alumnos de todas las autonomías. Sobre la publicación de los resultados, una cuestión muy criticada por la comunidad educativa ante el temor de que las comunidades pudieran elaborar ránkings de centros docentes, el Gobierno se ha comprometido a comunicarlos directamente a cada colegio e instituto para que «en ningún caso» se hagan tales clasificaciones.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte determinará el marco general de la prueba, las características, el diseño y los contenidos, según el Real Decreto. Las comunidades autónomas serán las responsables de la aplicación material de las pruebas, incluida su elaboración, fijación de los tribunales, fechas y lugares, así como reclamaciones. Los profesores de la escuela pública y sus equipos directivos aplicarán las evaluaciones, que serán controladas en los centros educativos por el profesorado durante su realización.

Los alumnos de 4º de la ESO se examinarán de siete materias: cuatro troncales, dos opcionales y una específica, a elección del alumno, que no sea Educación Física, Religión o Valores. La nota final constará en un 70% de la media de las calificaciones que se obtengan en esa etapa y en un 30% la nota en la evaluación final. Los estudiantes de 2º de Bachillerato se examinarán de cinco asignaturas troncales, dos opcionales y una específica, a elección del alumno, que no sea Educación Física ni Religión. En este caso, la nota final se ponderará tal y como se había hecho hasta ahora: en un 60% la media de las calificaciones obtenidas en Bachillerato y en un 40% la calificación de la ‘reválida’.

La Federación de Enseñanza de CCOO (FECCOO) rechaza el sistema de reválidas por considerarlo un desprecio a la evaluación continua que realiza el profesorado. CCOO recurrirá el Real Decreto de las Reválidas de ESO y Bachillerato porque considera que el Gobierno dicta la norma sin legitimidad jurídica ni política. El sindicato prepara nuevas movilizaciones para septiembre, en defensa de los derechos del alumnado. La FECCOO considera que el Gobierno volverá a hacer el ridículo, como ocurrió con la aplicación caótica de la reválida de 6º de primaria. El sindicato defiende que la implementación de una nueva norma producirá inseguridad, desprotección e injusticia para el alumnado, que se ha matriculado a ciegas sin saber cómo va a ser evaluado ni cómo podrá acceder a la universidad. Además, constituye un hándicap para que el profesorado pueda preparar el curso.

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