Tras casi seis meses, y después de evaluar la situación actual, es el momento de detenernos en los aspectos clave que afectan a la comunidad educativa en el contexto de la “segunda oleada” de la epidemia.
Cumplir protocolos y extremar la seguridad mejora la gestión de casos en las escuelas
En septiembre, el Ministerio de Sanidad publicó dos documentos que abordan todo lo referente a la epidemia en el ámbito educativo: la Guía de actuación ante la aparición de casos de Covid-19 en centros educativos y Preguntas y respuestas sobre la vuelta al cole. En ambos se detallan medidas de actuación cuando se producen casos en un centro educativo, tales como:
- Comunicar a la persona responsable de Covid-19 en el centro la sospecha del caso para que coordine la actuación a seguir.
- Aislar a la persona en una sala destinada a tal efecto, bien ventilada, en la que habrá mascarillas, geles, papelera con tapa y todas las medidas de prevención necesarias para garantizar la seguridad y salud de las personas que tengan que permanecer en ella.
- En el caso de que sea un alumno o alumna, avisar a sus familiares para que acudan a recogerle.
- Si es personal del centro, hay que avisar a los servicios de prevención o a la autoridad sanitaria que corresponda.
A la vista de la creciente aparición de estudios que apuntan la importancia en la trasmisión de la enfermedad a través de aerosoles, desde FECCOO solicitamos que a la persona que se haga cargo del alumnado en la sala Covid se le facilite en cualquier caso una mascarilla FFP2. Además, pedimos que este tipo de mascarillas se ofrezcan a todas las personas especialmente expuestas por su puesto de trabajo (Infantil, educación especial…) o por su situación de vulnerabilidad (edad, inmunodepresión, etc.).
Es fundamental declarar los casos a las autoridades competentes y que estas velen por el cumplimiento de las normas establecidas para las cuarentenas y confinamiento de aulas preceptivas. Llamamos la atención en este punto porque se están dando situaciones preocupantes en algunos territorios.
Según un estudio de ISTAS, se ha comprobado que el confinamiento ha desembocado en un aumento alarmante del grado de exposición a estos riesgos. Hay factores que nos afectan de lleno: situaciones emocionales complicadas, aislamiento causado por el “teletrabajo”, tareas mal definidas, falta de recursos técnicos, doble presencia aumentada por las circunstancias… En definitiva, el desequilibrio entre la exigencias percibidas y los recursos que poseemos para afrontarlas son la causa principal de estrés en muchos casos.
¿Cómo podemos actuar desde los centros de trabajo para evitar estos riesgos? Es fundamental extremar una organización del trabajo saludable que tenga en cuenta las necesidades de las trabajadoras y trabajadores, y evite las situaciones nocivas. Especial atención a las cargas proporcionadas de trabajo, a la escucha activa en los equipos y a todo lo que suponga ambientes donde todas las personas se sientan cómodas y valoradas.
Si has notado que tienes granitos en la zona de boca y barbilla hay mucha posibilidades de que sufras un tipo de afección cutánea causada por el roce de la piel con la mascarilla
El uso de mascarillas dificulta la audición y esto suele llevarnos a levantar la voz. Esta práctica conlleva un doble peligro. Por un lado, se produce un aumento de riesgo de propagación del virus por aerosoles y, por otro, forzamos la voz con las consiguientes patologías relacionadas. Para evitarlo, intenta mantener un tono sereno y no demasiado alto, y no dudes en utilizar micrófono y amplificadores cuando sea posible.
Si has notado que desde que utilizas la mascarilla tienes granitos en la zona de boca y barbilla, hay mucha posibilidades de que sufras un tipo de afección cutánea causada por el roce de la piel y que puede darse de manera más severa si la mascarilla está húmeda o hemos superado las horas de uso. Esto se puede prevenir reforzando las rutinas de higiene e hidratación diarias y, si el problema empeora, has de acudir a tu dermatólogo para recibir el tratamiento adecuado.
Un grupo de investigadores del CSIC ha publicado una guía muy interesante sobre la ventilación de las aulas y su relación con la propagación del virus en los centros. Cada vez son más los expertos que aconsejan la ventilación como vía de prevención, pero ¿qué hacer cuando bajan las temperaturas? Lo mejor es realizar un estudio sobre la calidad del aire en las instalaciones y diseñar medidas específicas para cada centro. Se aconseja el uso de medidores de CO2 para conocer el estado del aire y, en los casos que se requiera, apoyar la ventilación con elementos técnicos, tales como purificadores.
Es muy importante insistir en la necesidad de un asesoramiento profesional y en el carácter complementario de la medida. No se deben utilizar aparatos de ozono, ionizadores y otros productos que pueden resultar nocivos para la salud.
Hay una expresión noruega que nos puede servir para estos casos: “No hay frío, sino personas mal abrigadas”. Este curso conviene abrigarse en condiciones, aunque sea más incómodo, si con ello aumentamos la seguridad de todas y todos. Ropa térmica, una mantita en la mochila y el consumo de bebidas calientes pueden ayudarnos. La prevención salva vidas.
- Propuesta de CCOO en materia de salud y seguridad en centros educativos. Desescalada y curso escolar 2020-2021. Disponible en: https://fe.ccoo.es/b45a4a831f285bb9a0e5e23b13027357000063.pdf.