Financiación y gasto público en educación: menos luces y más sombras

MÁS ALLÁ DEL RETRASO ENDÉMICO EN CUANTO A DATOS ESTADÍSTICOS, podemos señalar que el gasto total en educación en 2018 (50.807 millones de euros) aún no había recuperado el nivel de 2008 (51.716 millones de euros, un -1,75%). Si tomamos como referencia el valor más alto de la serie, el de 2009 (53.895 millones de euros), el gasto total en educación ha disminuido, en 2018, 3.088 millones de euros (-5,73%). Esta caída fue especialmente intensa entre 2009 y 2015, periodo en el que disminuyó en 9.106 millones de euros (-16,9%).

De igual modo, el gasto público en educación en instituciones no universitarias en 2018 (35.914.109.000 euros), no había recuperado el valor de 2009 (36.854.613.000 euros, -2,6%) y era ligeramente superior al de 2008 (35.007.678.000 euros, +2,5%)1.

Este deterioro en la financiación del sistema educativo ha generado una serie de carencias estructurales: falta de profesorado, de dotaciones materiales y de modernización de infraestructuras educativas; necesidad de revisión en profundidad del modelo de formación inicial y permanente del profesorado etc., que han aflorado con intensidad en la situación de crisis sanitaria, social y económica a la que nos ha abocado el Covid-19, incidiendo con especial profundidad en aquellos colectivos más vulnerables, ya sea por su situación socioeconómica o educativa.

De cumplirse las “estimaciones” del Ministerio de Educación y Formación Profesional, en 2020 se superará el gasto educativo de 2009. Es decir, el Estado español ha necesitado 11 años y una situación de emergencia sanitaria, social y económica para incrementar el gasto público en educación en un 2,35%2.

Además de lo señalado, nuestro sistema educativo presenta tres características propias que ahondan en su inequidad y que inciden de manera más intensa en el alumnado más vulnerable.

La primera, que es uno de los sistemas que más abandono escolar temprano tiene de la UE28 (17,3%), si lo comparamos, no ya con países como Finlandia (7,3%) o Suecia (6,5%), sino con Portugal (10,6%), Italia (13,5%), Francia (8,2 %) o Grecia (4,1%)3.

La segunda, se refiere a la repetición de curso. En 2018-2019, el 13,8% del alumnado había repetido algún curso en Primaria y el 28,7% del alumnado de 15 años lo había hecho al menos una vez4.

Y la tercera, el fracaso escolar, entendido como el alumnado que no consigue la titulación en la enseñanza obligatoria (esta es una categoría que no aparece en las estadísticas de ámbito europeo). Solo el 77,8% del alumnado consigue la titulación en ESO, a lo que habría que sumar un 8,3% que lo hace a través de la Educación Permanente de Personas Adultas.

Las consecuencias de estas particularidades sobre el proyecto vital de las personas que las sufren son importantes. Así, por ejemplo, la tasa de empleo de la población de 25 a 64 años con estudios inferiores a Secundaria de 2ª etapa en España es solo del 57,4%, frente al 70,9% con esos estudios y del 81,6% con estudios terciarios5.

Dicho esto, hay tres dimensiones del gasto público en educación que conviene a nuestro juicio analizar con mayor detalle, puesto que su examen, aunque somero, permitirá una más clara caracterización de las luces y las sombras de la inversión educativa. Estas serían: el gasto público por estudiante, la evolución del gasto de los hogares en educación y la evolución del gasto público en conciertos y subvenciones en la enseñanza privada.

Gasto público por estudiante

En cuanto al gasto medio por estudiante podemos observar, con los datos disponibles referidos a 20176, que no se ha recuperado ni tan siquiera el valor de 2008 (6.441 euros por alumno/a), frente a los 6.063 euros de 2017 (-5,9%).

Lo mismo ocurre si tenemos en cuenta el PIB por habitante, que era en 2008 del 26,7% y en 2017 del 24,3% (-8,9%).

Pero, más allá de estas cifras globales conviene detenerse en el gasto por estudiante en la enseñanza obligatoria y en las distintas comunidades autónomas.

En la enseñanza obligatoria, fue en 2008 de 6.107 euros y en 2017 de 5.741,5 euros (-6%). De igual modo, si tomamos como referencia el gasto en relación con el PIB por habitante, 25,3% en 2008 frente al 23% en 2017, se ha producido una disminución en el gasto por alumno/a de un 9%.

Esta bajada es especialmente importante por cuanto puede suponer una merma importante en la equidad y la calidad de nuestro sistema educativo, en unas etapas que no solo se consideran obligatorias, sino básicas en la formación de toda la ciudadanía y que, como ya hemos referido anteriormente, presentan características negativas que inciden en el alumnado más vulnerable.

Por lo que se refiere al gasto público por estudiante en instituciones educativas no universitarias financiadas con fondos públicos por CC. AA., se encuentran por debajo de la media del gasto del Estado (de 5.014 euros), la Comunidad de Madrid (4.039 euros), Andalucía (4.536 euros), Región de Murcia (4.674 euros), Castilla-La Mancha (4.879 euros), Cataluña (4.868 euros) y la Comunidad Valenciana, prácticamente en la media (4.944 euros). Por encima de ella se sitúan el País Vasco (6.601 euros), Navarra (6.035 euros), Galicia (5.985 euros), Asturias (5.915 euros), Cantabria (5.915 euros) y el resto de CC. AA.7

En conjunto, esta falta de gasto educativo se ha visto amplificada por la pandemia, ya que la necesidad perentoria de incrementar la financiación ha mostrado la diferente capacidad de respuesta de las distintas autonomías. Esta repuesta ha sido en alguna de ellas muy positiva, como en el caso de la Comunidad Valenciana, y en otras no lo ha sido tanto, como es el caso de la Comunidad de Madrid.

Gasto de los hogares en educación

El decrecimiento de la financiación y el gasto público en educación descrito en los apartados anteriores ha supuesto que los hogares hayan tenido que incrementar de manera notable los recursos familiares que dedican a la educación de sus hijas e hijos.

Este gasto no ha dejado de crecer desde 2008, pasando de 8.332 millones de euros en 2.008 a 11.267 millones de euros en 2018 (un 35% más)8.

Evidentemente, este incremento esconde un profundo escenario de inequidad, que se refleja en importantes diferencias socioeconómicas de acceso al conocimiento para niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad por provenir de hogares con bajos ingresos.

La Comisión Europea, en su Cuadro de Indicadores Sociales 2020, posiciona a España en una “situación crítica” en abandono escolar y señala como preocupante la pobreza y la exclusión especialmente de niños y niñas, en un contexto en el que las rentas de los hogares se encuentran estancadas o, en un número significativo de casos, se han visto sustancialmente mermadas por la pandemia, cuyo verdadero impacto aún no está cuantificado, pero todo indica que será desastroso para los hogares con rentas bajas, monoparentales o con bajos niveles de formación, circunstancias que, además, en muchos casos van unidas9.

Dicho esto, es importante analizar el impacto que supone para los distintos hogares el estar situados en una autonomía u otra. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares. Base 2006 (INE), nos encontramos con que el gasto medio por hogar en la Comunidad de Madrid (827,1 euros) es un 241,35% más alto que el de un hogar extremeño (242,3 euros).

De igual modo, presentan elevados gastos: Cataluña (700,2 euros), el País Vasco (616 euros) o Navarra (538 euros), frente a otras CC. AA., aparte de Extremadura, en las que el gasto es mucho menor: Galicia (267,7 euros), Castilla-La Mancha (289,8 euros) o Andalucía (295,9 euros).

A un elevado gasto de los hogares se suma, en algunas de estas CC. AA., una menor financiación por estudiante, como es el caso de la Comunidad de Madrid, que tiene la menor financiación por estudiante y el mayor gasto por hogar.

Es importante señalar que este gasto se ha incrementado de manera notable en relación con 2017. Así, en la Comunidad de Madrid ha pasado de 657,2 euros en 2017 a 827,1 euros en 2019. Algo similar ha pasado en Cataluña, donde se ha pasado de 549,9 euros en 2017 a 700,2 euros en 201910.

El Estudio de Precios de Colegios Concertados. Nacional. Informe ejecutivo. Junio 201811 recoge que el 96,36% de los colegios concertados analizados en el informe cobran una cuota mensual a las familias (el 100% en Cataluña y la Comunidad de Madrid), cuyo promedio nacional es de 159 euros. En Cataluña es de 249 euros y en la Comunidad de Madrid (nueva concertada12), de 157 euros mensuales de media.

Gasto público en conciertos y subvenciones en la enseñanza privada

El gasto público en conciertos se ha incrementado entre 2008 (5.418.361.000 euros) y 2018 (6.342.107.000 euros) en un 17%, mientras que el de instituciones de educación no universitarias, en el mismo periodo, lo ha hecho en un 2,5%13.

De igual modo, este incremento es especialmente importante en algunas autonomías, como es el caso de la Comunidad de Madrid (31,2%). Este aumento del gasto es sensiblemente superior al llevado a cabo por otras CC. AA., en las que la presencia de la enseñanza privada es importante, como Cataluña (17%) o el País Vasco (15%).

En definitiva, las diferencias entre los distintos territorios autonómicos en los aspectos abordados son muy significativas. Se hace más necesario que nunca, en un escenario marcado por las atroces consecuencias de la pandemia, un compromiso decidido de todas las administraciones con la educación. Compromiso que necesariamente tiene que verse reflejados en los distintos presupuestos, en los que se contemplen, entre otras, valientes medidas de compensación que permitan una educación más equitativa, más inclusiva y de más calidad.


  1. Estadística del Gasto Público en Educación. Series temporales. MEFP. Consultado el 8 de octubre de 2020.
  2. Datos y Curso Escolar 2020-2021. MEFP.
  3. Informe 2020 sobre el estado del sistema educativo. Curso 2018-2019. CEE.
  4. Ídem. Curso 2018-2019.
  5. Indicadores comentados sobre el sistema educativo español. Fundación Areces/Fundación Europea Sociedad y Educación.
  6. Sistema Estatal de indicadores de Educación. 2020.
  7. Informe 2020 sobre el estado del sistema Curso 2018-2019. CEE. Figura C1.10.
  8. Sistema Estatal de indicadores de Educación. MEFP.
  9. Análisis y Propuestas sobre Fondos Europeos de Recuperación y Fondos Estructurales y de Inversión 20201-2027. Save the Children. Agosto, 2020
  10. Encuesta de Presupuestos Base 2006. INE.
  11. cdlmandrid.org. Consultado el 17 de octubre de 2020.
  12. “Son centros educativos concertados de esta comunidad, de reciente creación, que no tienen una antigüedad superior a quince años y todos tienen en común que fueron objeto de concurso público con cesión de suelo público”. Estudio de Precios de Colegios Concertados. Nacional. Informe ejecutivo. Junio 2018. GARLIC B2B
  13. Estadística del Gasto Público en Educación. Series temporales. MEFP. Consultado el 8 de octubre de 2020.

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Alonso Gutiérrez Morillo

Profesor de Secundaria y de la Universidad de Cantabria