Precisamente cuando los trabajadores y las trabajadoras de la educación nos enfrentamos a algunas de estas amenazas, nuestra capacidad organizativa para hacer frente ha de ser grande. Resistir a estos desafíos conlleva buscar nuevas fórmulas de revitalizar las organizaciones sindicales y llevar a la práctica procesos de transformación en la renovación sindical, como, por ejemplo, en la mejora del acceso de los jóvenes y las mujeres al activismo, y a las posiciones responsables dentro de las organizaciones sindicales.
Este fue uno de los objetivos que impulsó el proyecto de trabajo sobre renovación sindical que realizó el Comité Sindical Europeo de la Educación financiado con fondos de la UE en 2018-2020 y en el que FECCOO representó a España junto a sindicatos de Reino Unido, Italia, Polonia, Alemania, Estonia y Países Bajos.
Ser fuertes
El proyecto no solo quería favorecer la reflexión, el aprendizaje mutuo y promover el intercambio de información, estrategias y buenas prácticas que se están adoptando en los sindicatos de la educación de toda Europa para ser fuertes en la acción sindical, sino replantearse también las estructuras sindicales para crear culturas organizativas más inclusivas y participativas, y ofrecer a afiliados y afiliadas, concretamente a las personas jóvenes, múltiples formas de comprometerse con su sindicato, atendiendo a sus diversos intereses e identidades.
Esta renovación sindical puede definirse como el proceso de reforzar la organización desde el interior, mediante la participación y el desarrollo de sus miembros –que son el motor del cambio–, y lograr el fortalecimiento en una de las dimensiones claves: incrementar la participación y el compromiso de la afiliación joven con el sindicato.
Por otro lado, y en este marco de renovación sindical, la Internacional de la Educación también se ha embarcado en el proyecto Intensificar las voces de la juventud sindical en la nueva normalidad tras la COVID-19, destinado a formar a jóvenes sindicalistas y a reforzar la afiliación joven, que durará hasta finales de 2023 y en el que participan representantes de las diferentes regiones del mundo, y que cuenta con el apoyo de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la Internacional de Servicios Públicos (ISP), la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (FIT) y la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM).
Las federaciones sindicales internacionales (FSI) lamentan el claro impacto de la COVID-19 en la juventud trabajadora, las personas más expuestas a trabajos que se caracterizan por la privación de derechos y protecciones en el ámbito laboral, salarios precarios, unas condiciones deficientes y la falta de acceso o el acceso inadecuado a la protección social.
Las repercusiones sociales y económicas de la pandemia no han hecho más que exacerbar la situación de la juventud y particularmente de las mujeres jóvenes. Varios estudios recientes de Naciones Unidas muestran que mujeres de todo el mundo han perdido (y siguen perdiendo) ingresos a causa de los cierres. Por otro lado, el elevado porcentaje de trabajo doméstico y de cuidados no remunerados que ya realizaban antes de la pandemia se ha visto incrementado exponencialmente.
La pandemia no ha hecho más que agravar los retos a los que se enfrentan las personas jóvenes. Ejemplo de ello son la alta tasa de desempleo juvenil, la precariedad y la inseguridad laboral, las nuevas formas de trabajo, el deterioro de las condiciones laborales y la discriminación y las desigualdades en el lugar de trabajo.
Por ello, las FSI se han posicionado para llevar a cabo acciones conjuntas a favor de la juventud trabajadora de varios sectores, sindicatos y regiones, compartir preocupaciones e ideas en torno a los nuevos retos a los que se enfrenta la fuerza laboral joven en tiempos de pandemia, y conseguir la mejora de la representación y participación activa de las y los jóvenes en el movimiento sindical.
Estrategia
Dentro del plan de la Internacional de la Educación para este periodo entre congresos (2019-2023) está la prioridad estratégica de garantizar que la juventud activista se comprometa de forma activa en todos los niveles y estructuras de los sindicatos afiliados a la IE.
Además del desarrollo de varios seminarios web que se han llevado a cabo en los últimos meses, se han planificado talleres y grupos de trabajo de los que forman parte jóvenes sindicalistas de las FSI participantes y procedentes de varias regiones del mundo. También se han diseñado módulos educativos virtuales y presenciales de formación para capacitar a jóvenes líderes y activistas sindicales en diferentes materias: justicia económica, social, climática, de género, derechos humanos, democracia, etc.
Desde FECCOO estamos convencidos de que es positivo destacar el beneficio que aporta conocer el trabajo y las campañas de afiliación que realizan líderes sindicales jóvenes de otros sectores y países; también lo es la solidaridad internacional y llevar a cabo campañas sindicales conjuntas sobre derechos humanos y laborales, justicia climática, educación para todos y todas, etc. En definitiva, entender que el fortalecimiento del poder sindical también depende de la juventud.
