¿Qué es la campaña “¡Por la pública! Creamos escuela”, lanzada por la Internacional de la Educación?
Cuando miras alrededor del mundo, ves una escasez masiva de docentes, agotamiento y aumento de la carga de trabajo. El profesorado y el personal de apoyo educativo se enfrentan a la falta de respeto y al deterioro de sus condiciones de trabajo, a una financiación inadecuada, a salarios que no alcanzan para vivir y que no reflejan su profesión. Esto les lleva a abandonar, a ritmos alarmantes, la profesión que aman y que el mundo necesita.
Sabemos que, para revertir esta tendencia tan preocupante, los gobiernos deben hacer de la educación una prioridad real y financiar sus sistemas de educación pública con los recursos necesarios para tener una fuerza laboral respaldada y capacitada que tenga el tiempo, las herramientas y el respeto para ejercer su profesión.
Esta campaña: ¡Por la pública! Creamos escuela, es clara. Rechazamos la narrativa de que no hay suficientes recursos para financiar plenamente la educación. En todo el mundo vemos cómo hacen excepciones fiscales para las personas más ricas y cómo corporaciones multinacionales no pagan impuestos en los países que explotan. Siempre hay dinero para la guerra o para subsidiar a las empresas que contaminan. Se nos dice que necesitamos un personal educativo más barato, más tecnología, más privatización. La verdad es que los recursos están ahí, pero los gobiernos no están cumpliendo su papel como garantes del derecho a la educación pública de calidad.
No somos el único sector preocupado por esta crisis en la educación. Naciones Unidas ha creado un Grupo de Alto Nivel sobre la Profesión Docente para enfrentar la crisis y abordar la escasez de profesorado. La Internacional de la Educación forma parte de este panel y llevará su voz a los foros mundiales. Nuestra campaña movilizará a los sindicatos de la educación de todo el mundo para pedir a los gobiernos que financien la educación pública e inviertan en la profesión docente.
¿Por qué lanza la Internacional de la Educación esta campaña?
La Internacional de la Educación no puede simplemente observar y no actuar al ver cómo las condiciones de trabajo, de aprendizaje y de enseñanza se deterioran en todo el mundo, mientras que las excusas que ofrecen los gobiernos para esas condiciones son objetivamente falsas y carecen de pruebas que las respalden. Los países pueden enfrentar esta crisis si le dan a la profesión docente el espacio que merece al invertir en la profesión, negociar con sus sindicatos, escuchar al personal educativo, aprender del profesorado y trabajar con el personal docente para construir la educación pública que necesitamos.
Como federación sindical mundial, la Internacional de la Educación lanza un mensaje claro: ¡Basta! Insistimos en que esta crisis debe abordarse, pues este es un momento existencial, crucial para el futuro de nuestro planeta.
Nuestras organizaciones afiliadas están siendo empujadas al límite. Están viendo cómo la inflación evapora los salarios de las personas asociadas. Están enfrentando situaciones imposibles, teniendo que decidir entre medicamentos o alimentos para sus propios hijos e hijas. Estas son las personas a quienes hemos encomendado educar a las futuras generaciones.
El personal educativo en todo el mundo está comprometido con encontrar una solución, pues somos una profesión de ideas. Nuestra afiliación está trabajando incansablemente para garantizar que sus estudiantes, que han sufrido por la COVID, tengan los recursos y entornos de aprendizaje saludables para superar los traumas y estragos de la pandemia.
Tenemos la obligación moral de denunciar la hipocresía que estamos viendo en todo el mundo y realmente centrar la atención en cómo y dónde los gobiernos están enfocando sus recursos. Es una cuestión de voluntad política. No hay educación pública de calidad sin inversión estatal prioritaria.
Hay quienes dicen que los sindicatos solo protestan y se quejan. ¿Cómo cambiamos la narrativa con esta campaña?
Bueno, quienes dicen que todo lo que hacemos es protestar y quejarnos tienden a ser quienes le temen a la crítica, y no quieren que nadie comente sobre su trabajo o cuestione sus políticas. Puede que prefieran el silencio, pero siempre alzaremos nuestra voz cuando se trata de defender nuestra profesión y a nuestros y nuestras estudiantes.
Cuando es necesario protestamos, pero también proponemos. Por ejemplo, en España, FECCOO ha presentado una batería de propuestas para abordar las necesidades prioritarias de la educación pública. Una propuesta concreta es la bajada de las ratios de alumnado, o atajar la escasez mundial docente y ser capaces de atraer y retener a una nueva cohorte a la profesión.
Necesitamos cargas de trabajo manejables y salarios competitivos. No podemos educar con calidad en las circunstancias actuales, ni garantizar la educación que nuestro alumnado merece. Y hemos de decirlo, hemos de dar la voz de alarma: estamos en una situación de crisis.
La solución pasa por financiar los sistemas de educación pública, invertir en el profesorado, garantizar los derechos laborales y asegurar condiciones de trabajo decentes.
Y, aunque a veces no lo parece, el hecho es que la clase política está escuchando, nuestro mensaje resuena. Durante la Cumbre sobre la Transformación de la Educación de 2022, Naciones Unidas hizo un llamado a los gobiernos del mundo a invertir más, y más equitativamente, en la educación pública, y anunció la creación de un Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre la profesión docente.
Nuestro mensaje resuena porque habla de la importancia de la educación pública. Habla sobre cómo todas estas falsas soluciones a los problemas educativos, sea a través de la privatización y la comercialización, o las subcontrataciones, por mencionar algunas, no han resultado más que modas que nos han llevado a problemas cada vez peores.
Necesitamos que los gobiernos dejen de seguir esas falacias. Debemos asegurarnos de que la educación pública cuente con los recursos que se necesitan para que se respete y se cumpla con el derecho humano a una educación de calidad para cada estudiante. Necesitamos dar seguimiento y asegurarnos de que los presupuestos públicos educativos reflejen esas prioridades.
¿Cómo pueden las organizaciones afiliadas de todo el mundo participar en la campaña?
La Internacional de la Educación amplifica la voz de sus organizaciones afiliadas a escala global y exige a los gobiernos del mundo que financien adecuadamente la educación pública e inviertan en la profesión docente. Lo hemos venido haciendo, continuaremos y llevaremos nuestra campaña por todo el mundo.
Pero también necesitamos que las organizaciones afiliadas a nivel nacional se unan a la campaña. Necesitamos que las organizaciones se movilicen a nivel nacional para presionar a sus gobiernos a que asuman su responsabilidad y financien adecuadamente la educación pública.
Para sumarse a la campaña pueden empezar por conocer más al visitar el sitio web porlapublica.ei-ie.org o desde la cuenta de Twitter de la Internacional de la Educación.
También pueden seguir a la Internacional de la Educación en redes sociales y compartir los contenidos que publicamos. Además, pueden adaptar la campaña a su propio contexto, establecer alianzas con organizaciones afines –como asociaciones estudiantiles, comunidades de base, organizaciones sindicales y activistas por la justicia social–. También pueden recopilar datos, historias y ejemplos de las condiciones docentes en su contexto para hacerlas llegar al Grupo de Alto Nivel. Sumado a esto, pueden organizar debates y foros abiertos en sus escuelas y comunidades educativas sobre las prioridades de financiación educativa en su contexto.
Los materiales de campaña han sido creados y distribuidos en eventos regionales a las organizaciones afiliadas participantes, de manera que puedan ser adaptados para actividades nacionales, así como para contenidos para sus propias redes sociales.
La campaña busca cambiar la narrativa y reposicionar la profesión docente como la mejor esperanza del planeta para tener un futuro con sociedades más justas e igualitarias. Invertir en docentes es invertir en el futuro de tu propio país y en el del planeta.
Finalmente, la lucha de una organización es la lucha de todas las organizaciones. Estaremos con nuestras organizaciones afiliadas en cada acción y a cada paso del camino, instando a la clase política a que esté presente, apoyándolas de distintas maneras. Así, como el frente unitario y solidario que somos, enviaremos un mensaje de esperanza. Demostraremos que el cambio es posible y que, como trabajadores y trabajadoras de la educación, podemos hacerlo realidad.
