Siempre adelante

Este editorial tiene un sabor especial: es para mí el último como conductor y máximo responsable de esta federación que tanto orgullo me ha hecho sentir. Cuando esta revista esté en tus manos, habremos elegido en el XIII Congreso de Irakaskuntza a Julen Llanos Hermosa, nuevo secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO Euskadi.

He querido echar la vista atrás y recorrer algunos de los centenares de escritos realizados durante esta larga etapa. Y me he quedado con el primer editorial, el correspondiente a enero del año 2009 (parece que fue ayer, cuando aún no peinaba canas). Llevaba por título “Elecciones al Parlamento vasco: el futuro que nos viene” y pretendía marcar opinión sindical ante unos comicios que supondrían un vuelco electoral en el Gobierno Vasco, con el acuerdo parlamentario de coalición entre el PSE-EE y el PP y la ruptura, por vez primera, de legislaturas nacionalistas. Eran tiempos aún muy duros, con un terrorismo de ETA, siempre presencial, condicionando cualquier política y unas secuelas perniciosas para el mundo educativo vasco, tras cuatro mandatos consecutivos de Eusko Alkartasuna, al frente de esa cartera. 

 

En ese editorial, recurriendo nuevamente a la ponencia de nuestro X Congreso, aludíamos a la necesidad de conseguir un pacto educativo vasco que, doce años después, seguimos sin lograr. Y no será, en este sentido, por falta de impulso de Irakaskuntza. Hemos estado -y entiendo que seguiremos estando- en cuantas iniciativas planteen, a través de la colaboración entre agentes educativos distintos, garantías suficientes para coincidir en la defensa de la educación vasca. 

 

También decía y permite que copie literalmente: … “Un  pacto que integre -con la pública como eje vertebrador- las dos redes educativas, pero que capacite un sistema de financiación garantista con la oferta gratuita y con la homologación de las condiciones salariales y laborales del personal trabajador de la enseñanza privada sostenida con fondos públicos, respetando los criterios públicos de contratación, así como el cumplimiento de los compromisos adquiridos en la escolarización de minorías étnicas y alumnado con necesidades educativas especiales.

 

Un pacto que haga de la inclusión y de la no marginación una línea de trabajo nítida, pero respetuosa, con los distintos sentimientos vascos de identidad y que no utilice la política lingüística como bandera excluyente de signo político concreto. 

 

Un pacto, en fin, que busque un acuerdo transversal entre diferentes en todos los ámbitos y sectores, desde Infantil hasta Universidad, desde Cocina y Limpieza hasta el Personal Docente e Investigador. Porque el objetivo no es otro que garantizar un sistema educativo estable y duradero, capaz de superar con éxito los vaivenes políticos rutinarios. La sociedad vasca, y muy especialmente este sistema educativo de nuestros amores y dolores, así lo vienen reclamando desde hace demasiado tiempo.”

 

Francamente, creo que sigue de plena actualidad y lamento los años perdidos en otras disputas que han apartado al sindicato y a otros agentes de esta meta. Primero fue la crisis económica pagada injustamente por el mundo trabajador que, a duras penas, conseguía ir recuperando cotas de poder adquisitivo perdido. Posteriormente, la pandemia de 2020 nos cambió el mundo y la visión que teníamos de nuestra propia realidad. Afortunadamente, la escuela, la educación vasca ha respondido muy por encima de la gestión que las y los políticos se han atribuido. Irakaskuntza siempre lo ha tenido claro y por eso en el editorial que cerraba el 2020 decíamos:

“Gracias por haber sabido ir mucho más allá de lo exigible, con innovación, perseverancia, solidaridad y profesionalidad. Gracias por la confianza depositada en el sindicato, cada vez que hemos necesitado apoyo en las movilizaciones provocadas por la mala gestión institucional de la crisis sanitaria. Y unas gracias futuras por la interesante y activa participación que la afiliación realizará en el proceso congresual recientemente abierto y que tendrá sus asambleas sectoriales y territoriales, inmediatamente a la vuelta de las vacaciones navideñas”.

 

Y en ese momento estamos. En un nuevo periodo en el que otras compañeras y compañeros toman las riendas de tu sindicato en el que dejarán su impronta, esfuerzo y sacrificio por estas siglas. Necesitarán de tu colaboración porque son muchos los nubarrones que se otean en el horizonte con el neoliberalismo campeando en la economía y la ultraderecha ganando partidarios y representación en las instituciones políticas.

 

Termino recordando las palabras que García Lorca pronunció en la inauguración de la biblioteca de su pueblo, Fuente vaqueros, recién instaurada la II República. Son un ejemplo a seguir porque refuerzan el objetivo que en este sindicato compartimos, por el que luchamos día tras día: educación, equidad y solidaridad:

 

“No solo de pan vive el hombre (y la mujer). Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle, no pediría un pan, sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales, que es lo que los pueblos piden a gritos. En esta, que todos los hombres (y las mujeres) coman, pero que todos sepan. Que gocen de todos los frutos del espíritu humano, porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social”.

 

No lo olvides: siempre a la izquierda, siempre adelante.

Un placer

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