¿Por qué la representación sindical? ¿Por qué CCOO?

LOS DERECHOS LABORALES Y SOCIALES NO CAEN DEL CIELO NI EXISTEN PORQUE SÍ, NO PERDAMOS LA PERSPECTIVA NI LA MEMORIA. Se han conseguido con mucha lucha y mucho trabajo, con el empuje de personas valientes y comprometidas. Necesitamos compañeras y compañeros que nos ayuden a organizarnos y que asuman, en primera línea, esa labor y la responsabilidad que implica.

Necesitamos compañeros y compañeras que estén dispuestos a pagar el coste personal de tiempo, implicación y presión que eso conlleva. Tenemos que darles los recursos y la fuerza que necesitan para seguir consiguiendo progreso. Cualquiera que tenga cerca a nivel personal a un delegado o delegada sindical sabe esto de primera mano, sabe del trabajo, el estudio, la motivación, los desvelos y el entusiasmo que tienen día a día y el empuje que son capaces de generar.

Ahora nos toca participar y votar en las elecciones sindicales y tenemos, en conciencia, la responsabilidad de hacerlo. Debemos elegir, para que nos representen, nos informen y nos consulten, a aquellas personas que tienen el perfil y la organización que cumple con lo que necesitamos como docentes, como trabajadoras y trabajadores y como sociedad.

Necesitamos delegadas y delegados que se involucren, se impliquen y se arriesguen, rigurosos, con sensibilidad y que estén en una organización global que pueda actuar de todas las maneras y en todos los frentes por todo lo que queremos.

Qué queremos

No solo queremos derechos laborales, que queremos muchos, sino derechos sociales. Nos preocupan nuestras condiciones de trabajo, pero también las de nuestros compañeros y compañeras, las de nuestras familias, los derechos de nuestro alumnado, los de toda la clase trabajadora y los de toda la ciudadanía. Tenemos el total convencimiento de que la mejora de todas y todos es lo que hará que podamos vivir y trabajar todas y todos mejor. El individualismo nos divide y nos hace vulnerables, es la colectividad y la cooperación lo que nos hace fuertes y nos ayuda a crecer, a avanzar. Así ha sido siempre y lo seguirá siendo. No podemos dejar que nos engañen y nos dividan.

La clase trabajadora debe defender sus servicios públicos y su educación, es uno de los bienes más preciados que hemos conseguido, y el personal docente tiene un rol fundamental en ello, pero no estamos solos ni solas en el empeño.

Agentes de cambio y progreso

No somos simplemente un colectivo con intereses corporativos, somos mucho más. Somos un referente social, somos agentes de cambio y progreso. Tenemos esa doble condición: por una parte somos trabajadoras y trabajadores que luchan por sus derechos, desde el convencimiento de que estos están íntimamente relacionados con la calidad de la educación pública, porque nos cuidan y protegen; y, por otra, formamos y educamos a las futuras trabajadoras y trabajadores y ciudadanos y ciudadanas a quienes queremos entregar las herramientas para que tengan un desarrollo y una vida plena, y para que puedan ser también, en un futuro, agentes de mejora social. La educación es una pieza fundamental del motor que promueve el bienestar de un país, y los educadores y las educadoras debemos asumir nuestro doble papel con determinación.

Defendiendo una idea de escuela, una escuela plural, de todos y para todas, persiguiendo una buena educación para todas y entre todos, asumiendo responsablemente nuestra labor, con ilusión, promoviendo la inclusión y la equidad, impulsando una escuela pública que cultive la solidaridad, la tolerancia, la justicia, y resalte y transmita el valor de lo colectivo, porque es desde la construcción colectiva, desde la unidad, como construimos en beneficio de todos y todas.

La lucha sindical

Es importante tener clara, definir y compartir la idea de qué educación queremos para perseguir un sistema coherente que sustente esta idea de educación, y comprender que la transformación del sistema se consigue con la lucha de los sindicatos. Por eso necesitamos una organización sindical que tenga muy claros estos principios fundamentales, y solo hay una: CCOO. Ahora nos toca elegir y si tenemos en cuenta todos los factores, la decisión debería ser clara.

Como afiliada a mi sindicato promoveré el voto para la candidatura de CCOO y recibiré al delegado que viene a mi centro como lo que es: un referente de algo fundamental, una organización con una gran historia y esencial para el futuro, la que ha conseguido los mayores avances con un recorrido de compromiso y reivindicación que nadie más posee. La organización que tiene y seguirá teniendo, con nuestro apoyo, el poder de cambiar las cosas.

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Marta Delgado Galán

Orientadora interina en la Comunidad de Madrid