Formación permanente y con recursos dentro del horario laboral

LA LOMLOE YA RECOGE EN SU JUSTIFICACIÓN LA IMPORTANCIA DE LA AGENDA 2030, de las directrices europeas, de la UNESCO, entre otras. Así mismo, destaca la importancia de formarse en temas como digitalización o sostenibilidad; en materias como el acoso y malos tratos, y en prevención, detección y actuación frente a la violencia contra la infancia.

No obstante, lo que no explica el borrador de propuesta son las grandes líneas maestras sobre las que se debe asentar la formación permanente. Explica lo que ya sabemos e insiste en modalidades. Desde la Federación de Enseñanza de CCOO creemos que se queda muy pobre, sobre todo porque no entra en algunas cuestiones que, desde el sindicato, se consideran fundamentales:

  1. La formación permanente tiene que realizarse en el centro de trabajo.
  2. La formación permanente debe formar parte del horario laboral.
  3. La formación permanente debe impactar en la calidad de la docencia y de la investigación educativa.
  4. La calidad de la formación permanente debe ser contrastada mediante una evaluación.
  5. La formación permanente, ya contrastada, es parte importante del currículo profesional a la hora de mejorar en la profesión.
  6. Desde CCOO demandamos la recuperación de la red de centros de formación del profesorado en todo el Estado.
  7. CCOO reclama un plan anual de formación permanente del profesorado, consensuado con las administraciones educativas y las organizaciones sindicales representativas del profesorado.
  8. Desde CCOO reivindicamos que el centro educativo, como organización compleja que es, con sus fortalezas y debilidades, debe ser la unidad básica en la que se inserte la formación permanente del profesorado. Los modelos de formación tienen que ser coherentes con la innovación, la investigación y la experimentación educativa, el trabajo colaborativo y los proyectos de centro.
  9. De igual modo, desde CCOO demandamos que la formación permanente del profesorado debe potenciar e impulsar, tanto las estrategias de formación de grupos de docentes de diversos centros, organizados en seminarios o en grupos de investigación, como los esfuerzos individuales que permitan adecuar la práctica docente a las necesidades educativas actuales, potenciando los itinerarios formativos del profesorado.

Desde FECCOO se entiende que la formación permanente es un derecho y un deber de naturaleza ética del profesorado. Para concretar este derecho, y cumplir con el mismo deber, esta formación debe programarse dentro del horario laboral del profesorado, teniendo además la opción de poder dedicar días retribuidos a llevar a cabo su proceso de formación y/o de actualización científica y didáctica.

Como herramienta fundamental en el desarrollo de esta propuesta, urge la recuperación de los centros de Formación del Profesorado en todo el territorio del Estado y el impulso de una red colaborativa entre ellos, que permita el enriquecimiento de los procesos de formación.

En el conjunto, hay que tener muy presente las peculiaridades de la formación permanente del profesorado de FP, impulsando las estancias en empresas, las redes de docentes (que permitan un intercambio de experiencias fluido), la colaboración entre administraciones educativas y potenciar la colaboración y las estancias de formación con los centros de referencia nacional, y en otros centros y entidades similares de carácter estatal e internacional.

Estos planteamientos generales, deben ir dirigidos ineludiblemente a mejorar:

  • Los procesos de enseñanza-aprendizaje.
  • La reflexión sobre la práctica docente.
  • La convivencia en los centros educativos y su desarrollo como comunidades de aprendizaje insertos en su contexto socioeconómico.
  • La consecución de una nueva cultura profesional alejada, por tanto, del modelo transmisivo del actual formato de tipo curso, en el que el profesorado recibe de forma pasiva la información transmitida por una persona experta. Esta nueva cultura profesional debe entenderse como una tarea colectiva basada en proyectos comunes del profesorado, anclados en las necesidades y en la mejora de los centros educativos.

En este contexto, de igual modo, se hace necesario el desarrollo, debate e implementación de un modelo de evaluación de la formación permanente del profesorado, fundamentalmente dirigido a valorar el impacto que la formación permanente tiene sobre la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje, y sobre la adecuación de las repuestas que los centros educativos ofrecen a su alumnado ante los retos de la sociedad del siglo XXI.

El modelo de formación permanente del profesorado que se defiende desde la Federación de Enseñanza de CCOO demanda una nueva relación de mutua colaboración entre la Universidad y los centros de formación del profesorado, con el fin de acompasar un modelo formativo coherente, que abarque tanto la formación inicial como la permanente.

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