En Castilla y León, los aspectos más relevantes que caracterizan a este personal, que realiza sus funciones en los centros educativos y en otros servicios dentro del organigrama de la Consejería de Educación y que se regula, principalmente, por Convenio el Colectivo para el Personal Laboral de la Administración General de la Comunidad de Castilla y León y Organismos Autónomos dependientes de esta (BOCYL 21-6-2023), son:
ESTRUCTURA DEL PERSONAL LABORAL
Los 4.700 empleados y empleadas que tiene la Junta de Castilla y León se encuadran en cuatro grupos que integran las distintas categorías profesionales realizando una amplia gama de funciones dentro y fuera de los centros educativos: educadores/as, fisioterapeutas, enfermeros/as, técnicos superiores en Educación Infantil (TSEI), responsables de centro, cocineras/os, ayudante de cocina, ayudantes técnico educativo (ATE), personal de oficios, ordenanzas, personal de servicios, vigilantes, telefonistas…
CALENDARIOS LABORALES
Tenemos cuatro procedimientos distintos para la elaboración de los calendarios laborales en los centros:
- La jornada laboral es de 35 horas semanales con carácter general.
- El personal de atención directa al alumnado tiene, por lo general, una jornada especial de 8 horas diarias para compensar los meses de verano, con un 75% de la jornada con atención directa y un 25% sin atención directa.
- El personal de escuelas Infantiles (TSEI) tiene jornada ordinaria con las vacaciones tasadas en función de los cierres de dichas escuelas.
- Personal Fijo discontinuo que prácticamente recae en el personal de comedores escolares, cocineros/as y ayudantes de cocina.
- El resto de personal realizará una jornada ordinaria de siete horas diarias.
Problemática actual
El problema más habitual es la falta de contratación para cubrir vacantes por bajas de IT, vacantes por concurso de traslados, contratos relevo, etc. Estamos detectando una media de un mes para cubrir plazas, con la consiguiente carga de trabajo para el resto de la plantilla.
Otro es la falta de dotación de ropa de trabajo y de equipos de protección individuales. En el caso de ropa de trabajo, no existe un documento consensuado donde se establezca el vestuario de cada categoría, con qué periodicidad se entrega, en qué cuantía etc., dejándolo al libre albedrío de los centros de trabajo.
A esto tenemos que sumar la dejadez por parte de nuestra Administración autonómica respecto a la gestión de las nuevas aulas de Infantil de 0 a 3 años. Curso tras curso nos encontramos con aulas sin la dotación suficiente (cambiadores, pañales, juguetes…) para poder desempeñar el trabajo de manera adecuada.
Por otro lado, constatamos que la Junta de Castilla y León no tiene mucho interés en ofertar plazas públicas para la impartición del primer ciclo de Educación Infantil. Esta comunidad autónoma, sin hacer ruido y poco a poco, debido a sus políticas, va encaminada a privatizar sectores de personal laboral del ámbito educativo.