En su mayoría son jóvenes que atienden a los más pequeños en campamentos de verano y urbanos, ludotecas, parques de bolas, centros cívicos, etc. Suelen tener contratos de duración determinada que coinciden con los periodos no lectivos y su situación laboral, se mire por donde se mire, es precaria.
Bolsa de trabajo
Aquellos más afortunados que cuentan con un contrato indefinido, la mayoría de las veces sufren la temida “bolsa de horas”: todos los meses cobran lo mismo, pero sus jornadas son irregulares, por lo que unos trabajan más que otros, dando lugar a unas horas de bolsas. Este es el caso de las monitoras y monitores de ocio y tiempo libre.
En general, este colectivo es contratado con una categoría inferior a la que legalmente le corresponde y en ocasiones desempeña funciones que nada tienen que ver con las de monitora y monitor. Además, de forma habitual está sujeto a jornadas interminables de trabajo, sin apenas libranzas y con un salario injustamente bajo.
Mejoras laborales
En la mayoría de los casos, no está bien informado sobre la categoría con la que debería estar contratado ni sobre las responsabilidades exactas que le corresponden ni la cuantía que debería tener su sueldo. Tampoco sobre las contraprestaciones de trabajar por las noches (como es el caso de las trabajadoras y trabajadores que se quedan a dormir en un campamento, o la de aquellas y aquellos que siguen desempeñando sus funciones pasadas las diez de la noche, aunque no duerman en el centro) y los festivos.
Desde CCOO, queremos dar visibilidad al sector de Ocio Educativo y Animación Sociocultural e informar a los colectivos que lo integran de sus derechos para evitar abusos y de forma conjunta reclamar mejoras laborales.
Pincha aquí y accede a nuestra campaña destinada a monitoras y monitores de Ocio y Tiempo Libre.
