AICE bloquea con malas artes la publicación del convenio colectivo que, sin embargo, firmó en julio de 2020

En una inaudita maniobra torticera, la patronal AICE ha declarado en la mesa de negociación del convenio colectivo de Centros Educativos de Iniciativa Social de Euskadi que “hará todo lo posible para que el convenio colectivo no se publique”

Desde hace muchos años, los sindicatos más representativos en la mesa de negociación de este convenio hemos venido demandando que todos los docentes que hagan labores de tutoría cobren el “plus de tutoría” que establece el convenio. En convenios anteriores, la patronal logró que tanto, el personal del Primer Ciclo de Educación Infantil, que abarca desde los 0 a los 3 años, muy feminizado y con los salarios más bajos y las jornadas más largas y pesadas de todas etapas educativas, así como el personal docente de FP, donde prácticamente la totalidad de los docentes realizan labores de tutoría, fuesen excluidos del cobro de ese plus. Un plus, que por otra parte, es bastante pequeño. Pero en la presente redacción del convenio, los sindicatos hemos conseguido que esa exclusión desaparezca, en tanto en cuanto es una clara discriminación de dos etapas frente al resto, sin un motivo claro que lo justifique, puesto que tanto unas docentes como otros y otras realizan las mismas labores de tutoría que en el resto de las etapas, y que son muy concretas y conocidas por todos y todas.

Desde un punto de vista estrictamente económico, la patronal AICE rechaza el pago de dicho plus, como otros muchos compromisos que adquirió  en noviembre de 2019, momento en el que quizá su apremio y urgencia por retirar de las calles, manifestaciones y huelgas a los docentes de sus centros, le hizo valorar las negociaciones a muy a la ligera, ahora no quiere asumir este convenio tal y como lo firmó en su momento. 

Una vez firmado por todos los sindicatos (menos LAB, por razones sobradamente conocidas por todos) y por todas las patronales más representativas, incluida AICE, el convenio fue remitido a la Autoridad Laboral para su revisión y para su posterior publicación en el Boletín Oficial de País Vasco. A las pocas semanas, ese convenio nos fue devuelto con una petición de subsanación, porque las condiciones para solicitar una excedencia voluntaria empeoraban las marcadas por el Estatuto de Trabajadores, cuestión que impide la ley. 

Para subsanar el error demandado por el Departamento de Trabajo, se convocó una mesa de convenio, lo que las patronales utilizaron para añadir torticeramente en el orden del día  un improcedente punto extra que ellos denominaron “otro error”: la desaparición de la discriminación explícita de las etapas de Educación Infantil Primer Ciclo y Formación Profesional del cobro del plus de tutoría.

Subsanado y acordado el error constatado por el Departamento de Trabajo, a través de una nueva redacción del artículo sobre la excedencia voluntaria, no se admitió renegociar un acuerdo sobre el segundo punto añadido, porque la calificación de “error” que hacen las patronales sobre la falta del párrafo que discrimina a las etapas mencionadas del cobro del plus de tutoría, alegando que es un asunto “no acordado” no es compartida por los sindicatos.  Este tema ha sido tratado en muchas mesas negociadoras y debemos reiterar la consideración de la firma del convenio como el aval jurídico necesario y suficiente de que su redacción final fue aceptada por todas las partes firmantes. Entendemos que no cabe ahora echarse atrás, una vez que antes de la firma del convenio se han tenido todas las oportunidades imaginables de revisión, consulta a gabinetes jurídicos y de negociación de contenidos y redacción. Existen antecedentes, incluidos los jurídicos, que nos avalan. Precisamente por derechos ejercidos por estas mismas patronales y que supusieron un perjuicio para los trabajadores y trabajadoras.

Sorprendentemente y, hay que volver a insistir, de una forma muy torticera, la patronal AICE y también Kristau Eskola han decidido no firmar el acta de la reunión por “desavenencias en la redacción de la propia acta” para impedir que se pueda enviar a la Autoridad Laboral la subsanación requerida por el motivo de la excedencia y así bloquear la publicación del convenio a causa de la verdadera razón: las patronales no están dispuestas a asumir los compromisos que, sin embargo, en noviembre de 2019 y con todos los trabajadores y las trabajadoras del sector en la calle en una huelga convocada para un mes, y con la conflictividad en sus centros convertida en un problema social de primer orden en Euskadi , sí les pareció oportuno aceptar.

Así que de nuevo nos encontramos con las patronales del sector enrocadas en la misma actitud de siempre: abriendo la mano a todas aquellas subvenciones, premios y abonos que puedan conseguirse de las administraciones públicas para paliar sus gastos de COVID, de sobrecostes en cotizaciones a la seguridad social en los contratos de relevo, de asunción de antigüedades en el caso de acceder a recolocar al personal que pierda su puesto de trabajo por pérdida de aulas, o el pago de las indemnizaciones por despido si esa recolocación no es posible, así como decenas de subvenciones y ayudas más, pero cerrándola, con el puño bien prieto, para pagar un complemento o plus de tutoría a docentes que, efectivamente, realizan ese trabajo, y que simplemente no lo cobran, a diferencia de otros muchos compañeros y compañeras, por una cuestión de ahorro de costes. 

Y todo ello empañando una negociación colectiva que ya viene con una herida de bala, en forma de desconfianza, cultivada en diez largos años de desencuentros, engaños y triquiñuelas. 

Hemos tenido una nueva reunión de convenio. Hemos vuelto a redactar la subsanación requerida por el Departamento de Trabajo y las patronales han vuelto a poner de manifiesto su desacuerdo con la publicación del convenio tal y como está, es decir, tal y como está firmado por ambas partes el 17 de julio de 2020. Las patronales no han firmado tampoco, a día de redacción de este artículo, dicha acta de subsanación. Y de resultas, la Autoridad Laboral anuncia la amenaza que se cierne sobre el convenio con el “archivo del expediente”.

Los sindicatos estamos hartos. CCOO Irakaskuntza está harta de tantas malas artes, de tantos obstáculos, de tantas maniobras. No dudaremos, en poner toda la carne en el asador, bien sea una parrilla jurídica o bien una brasa de protestas y movilizaciones, para que las cosas se hagan en justicia, se acaben las discriminaciones y todo el personal pueda cobrar por el trabajo que hace. 

Ya lo hemos hecho antes, y lo haremos ahora.

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Julen Llanos

Responsable de Educación Privada de CCOO Irakaskuntza


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