La exposición hace un recorrido desde finales del siglo XVI hasta principios del XX. Se divide en ocho secciones en las que, partiendo de periodos históricos, géneros artísticos y temas, como eje principal, se pone de manifiesto cómo estas artistas abordan cuestiones de su época aportando una visión distinta a la que el sistema patriarcal nos ha hecho creer.
Así, a través de las distintas obras, en consonancia con la época histórica a la que hacen referencia, vamos viendo la versión alternativa y respetuosa que aportan las pintoras a la habitual visión degradante de las figuras mitológicas, heroínas bíblicas o personajes históricos. El auge de los bodegones, ilustraciones botánicas o el retrato, siempre de mujeres; el respeto a las culturas no occidentales en oposición a la sexualización degradante de sus modelos en la pintura hecha por hombres; la representación de mujeres trabajadoras, con diferentes oficios, amas de casa, cuidadoras… Especial mención merece el tratamiento que se hace de la maternidad. Frente a la visión mítica de la madre abnegada, se representa una visión mucho más realista. Y, por último, los nuevos lenguajes artísticos que surgen a partir del siglo XX.
Hay obras de Artemisia Gentileschi, Angelica Kauffmann, Clara Peeters, Rosa Bonheur, Mary Cassatt, Berthe Morisot, María Blanchard, Natalia Goncharova, Sonia Delaunay o Maruja Mallo, artistas célebres en su tiempo y hoy casi olvidadas por la machacona visión patriarcal imperante.
Es importante reescribir la historia, no solo para rescatar del olvido a tantas artistas, tantas mecenas, que han sido capaces de crear en condiciones muy desfavorables dándole a las mujeres el papel que les corresponde por derecho, sino para transformar el presente, un presente todavía muy lejos de conseguir la igualdad real y plena.
Bienvenidos sean todos aquellos actos que dan visibilidad a pintoras, escultoras, escritoras, futbolistas, actrices, médicas, directoras de cine, profesoras, cantantes, fontaneras, músicas, científicas, juezas, conductoras de autobús, historiadoras, tenistas… MUJERES todas ellas, MAESTRAS en su ámbito. Hasta que llegue un día en que no sea raro ver a una mujer ejerciendo cualquier tipo de profesión. Ese día mujeres y hombres habremos conseguido la igualdad.
